Trufas de brownie. Sólo esas dos palabras te han dado ganas de meterte en la cocina, ¿verdad? No te vas a creer lo ridículamente fáciles que son de hacer.

Primero, necesitarás brownies. Te daré una receta básica de brownies al final del post. Usted podría incluso utilizar una mezcla de brownie de caja. Sólo hay dos reglas. Una, los brownies tienen que ser de la variedad fudgy, no pastosos. Dos, no se pueden mezclar con trozos de chocolate o nueces.

Una vez enfriados los brownies, córtelos en trozos pequeños. Para un molde de 9 x 13, los cortarás en 48 trozos. Para un molde de 8 x 8, cortarás en 24. Los cuatro trozos de las esquinas los tirarás (o mejor aún, te los comerás). Verás por qué en un minuto.

Da forma de bola a cada trozo, rodando y presionando con las palmas. (Las esquinas suelen estar demasiado crujientes para mantener bien la forma de bola)

Ahora es el momento de rebozarlas.

La primera opción es utilizar obleas de chocolate fundido para mojar. Simplemente sumerja, rodando con un tenedor, y luego colóquelo en una bandeja de galletas forrada con papel encerado para que se asiente.

Aún más fácil es pasar los brownies por cacao en polvo o azúcar en polvo. Me encanta usar platos de tarta para esto. Son poco profundos, anchos y perfectos para rodar.

Hola, cacao. (Utiliza aquí cacao natural sin azúcar.)

Aquí tienes un post de Food & Friends todo sobre el cacao.

Oh, hola, azúcar en polvo.

Una nota: asegúrate de quitar el exceso de cacao en polvo muy bien para que sólo quede una ligera capa en las trufas. Un bocado de cacao seco y sin azúcar puede ser un shock cuando se espera algo dulce. Sin embargo, la ligera capa de cacao será un éxito para los adictos al chocolate. Yo soy uno de ellos.