En algún momento del embarazo, las futuras madres tienden a experimentar un aumento de la ansiedad por el trabajo de parto y el nacimiento.
Puede que estén emocionadas por conocer a su bebé y que estén deseando ser madres, pero el hecho de tener al bebé puede inducirles a sudar mucho.
Es muy normal sentirse ansiosa por dar a luz.
Las mamás primerizas e incluso las mujeres que tienen bebés posteriores se enfrentan a lo desconocido. Es probable que escuches historias sobre el parto de muchas amigas bienintencionadas, lo que no ayuda mucho a tus nervios.
10 consejos si estás ansiosa por el parto
Aquí tienes 10 maneras de quitarte la ansiedad y prepararte para un parto positivo.
#1: Prepárate
Una de las mejores maneras de superar tus ansiedades sobre el parto es empoderarte con conocimientos. Averigua todo lo que puedas sobre el trabajo de parto, enfocando el nacimiento como un proceso normal y natural. Puede ser útil saber qué hacer si las cosas cambian durante el parto para estar informada sobre el tipo de decisiones que puede tener que tomar.
Las clases de preparación al parto independientes son un buen punto de partida para descubrir formas de hacer del parto una experiencia positiva. Los educadores son fuentes de información de buena calidad y le enseñarán habilidades prácticas para afrontar el parto, además de enseñar a su pareja a apoyarla.
#2: No está sola
Cada día dan a luz unas 350.000 mujeres en todo el mundo. Cuando te pongas de parto, no estarás sola: compartirás una conexión con esas otras mujeres que están recorriendo el mismo camino hacia la maternidad que tú.
Las mujeres han dado a luz durante milenios: nuestros cuerpos tienen un conocimiento instintivo de lo que deben hacer.
Ser apoyadas y respetadas durante el parto nos ayuda a dar a luz de forma positiva. Considera la posibilidad de contratar a una doula para que te apoye durante el embarazo y el parto. Contar con el apoyo de una mujer experimentada y capacitada, elegida por usted y que está ahí sólo para usted, puede aliviar mucho la ansiedad.
#3: Cuídese
No hace falta decir que cuidarse debe ser una prioridad absoluta. El ejercicio físico puede reducir el estrés y aliviar la tensión, lo que puede despejar su mente y promover una perspectiva positiva. Intenta incorporar alguna forma de ejercicio a tu día a día, ya sea nadando, caminando o incluso asistiendo a clases para embarazadas. Además, el sol te aportará vitamina D, que es muy buena para tu sistema inmunitario y tu estado de ánimo.
Y aunque puede ser tentador recurrir a las galletas de chocolate cuando te sientas decaída, comer tus emociones mientras estás embarazada no siempre es una buena idea. Comer alimentos cargados de azúcar puede afectar a tu salud, lo que tiene el potencial de convertir un parto de bajo riesgo en uno de alto riesgo. La diabetes gestacional va en aumento, y la dieta (especialmente los azúcares y los cereales procesados) es el principal factor que contribuye a ella. Si siente la necesidad de comer algo dulce, hay muchas alternativas: bayas en batidos o con yogur desnatado (los lácteos desnatados suelen tener más azúcar), fruta con mantequilla de nueces, frutos secos y fruta fresca.
#4: Enfréntese a sus miedos
¿Cuáles son exactamente sus miedos? Quizás creciste escuchando repetidamente la historia de tu propio parto, y no le pareció divertido a tu madre. Crecer con la idea de que el parto era muy doloroso puede provocar ansiedad a la hora de afrontar tu propio parto. Tal vez hayas visto una película o un programa de televisión que te haya asustado y te haya hecho pensar que el parto es insoportable o incluso peligroso.
Puede ayudarte hacer una lista de las cosas que te preocupan y hablar de ello con tu médico o matrona. Si eres capaz de hablar de tus miedos con ellos y te das cuenta de que es normal estar nerviosa, entonces lo estás consiguiendo.
Al mismo tiempo, puedes darte cuenta de que tienes muchas posibilidades de elegir cómo se desarrolla el parto. Si eres capaz de empezar a planificar las cosas que te preocupan, te sentirás más en control.
#5: Cada parto es único
Hay un dicho entre los parteros que dice que cada parto es único. No importa cuántas veces des a luz, cada vez experimentarás algo completamente nuevo.
Entrar en el parto pensando que será como el de tu hermana, tu mejor amiga o tu suegra es olvidar que tú no eres ninguna de esas personas. Sus experiencias durante el parto son únicas: el lugar donde dieron a luz y las personas que las apoyaron probablemente influyeron en su experiencia. Comprender que tu parto será único para ti puede ayudarte a relativizar tus miedos.
#6: Céntrate en el resultado final
Si la ansiedad por el parto y el nacimiento te está afectando mucho, piensa en por qué vas a pasar por ello. Sí, el trabajo de parto puede ser duro, pero vas a conocer a la personita que lleva meses dándote patadas en las costillas.
Prueba a sentarte en la habitación del bebé y a concentrarte en lo que sentirás al cogerlo, al oler su aroma especial de bebé y al contar sus diminutos dedos. Puede que te apetezca sacar las cosas que has preparado para tu bebé y centrarte en el hecho de que pronto serás madre de esta persona tan especial.
Rodearte de las cosas que has elegido para tu bebé puede recordarte que hay una recompensa realmente increíble al final del trabajo de parto y del nacimiento y que el trabajo duro merece la pena.
#7: Mejora tu estado de ánimo
A veces preocuparte por lo desconocido puede entorpecer tu vida en este momento. Haz cosas que te hagan sentir bien y feliz. Pasa tiempo con tus amigos y seres queridos o prueba una afición que siempre te haya interesado.
Algunas mujeres consideran que la aromaterapia es muy útil para levantar su estado de ánimo (pero comprueba qué aceites esenciales son seguros durante el embarazo). Las afirmaciones positivas diarias son otra técnica para empezar el día con un buen estado de ánimo.
#8: Llevar un diario
Puede ser muy útil poner por escrito sus sentimientos y pensamientos. Llevar un diario es una forma de trabajar con tus ansiedades y ayudarte a darles algún sentido.
Escribir en un diario también puede darte algo de perspectiva, especialmente si eres capaz de superar tus preocupaciones. Puede echar la vista atrás y ver hasta qué punto ha progresado a lo largo de las semanas y los meses de su embarazo.
#9: Practique la relajación
Aprender habilidades de relajación puede ayudarle a sentirse proactiva para aliviar su ansiedad. La tensión mental puede trasladarse al cuerpo, creando tensión muscular en zonas como el cuello, los hombros y la mandíbula. Durante el parto es conveniente que te relajes todo lo posible, ya que los músculos tensos pueden aumentar la sensación de dolor.
Puede ser tan fácil como aprender una sencilla técnica de relajación y utilizarla a diario o practicar yoga, meditación o masajes. Aprende sobre la atención plena. Sea cual sea el método de relajación que elijas, asegúrate de que te sientes cómoda con él y de que puedes incorporarlo fácilmente a tu vida.
#10: Duerme un poco
Estar embarazada puede provocar todo tipo de interrupciones en el sueño, desde múltiples viajes nocturnos al baño, hasta despertarse con un sudor frío gracias a las pesadillas sobre el parto o el recién nacido.
Los investigadores han descubierto que la falta de sueño adecuado puede empeorar la ansiedad, por lo que dormir lo suficiente es muy importante. Si te cuesta conciliar el sueño o volver a dormir, prueba a hacer ejercicios de relajación muscular con los auriculares. Utilizar las otras herramientas mencionadas anteriormente también puede promover un mejor sueño.
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Para muchas mujeres, el embarazo es un momento de agitación emocional. Es muy normal sentir ansiedad y preocupación por el parto a medida que se acerca la fecha del parto. Si te sientes abrumada por la ansiedad o el miedo, puedes estar tranquila porque no estás sola. La mayoría de las mujeres se dan cuenta de que, cuando empieza el parto, están más que preparadas para conocer a su bebé.
Lectura recomendada: Tokofobia – Cómo afrontar un miedo intenso al parto.