¿Has visto alguna vez una moneda que esté hecha de metal totalmente en blanco y sin marcar? Todas las monedas empiezan así, pero en algún momento la mayoría son estampadas o marcadas por un rey, un emperador o una nación. Una vez estampados, estos discos de metal se transforman repentinamente en dinero.
¿Qué ocurre aquí? El valor de las monedas de metal tiene poco que ver con el valor del metal de la moneda en sí: en Estados Unidos cuesta alrededor de dos peniques fabricar una moneda de un centavo.¹ Pero al estamparle un número, el gobierno puede decidir exactamente cuánto vale. Este sistema, en el que el dinero tiene valor sólo porque el gobierno lo dice, se llama dinero fiduciario. Hoy nuestro dinero no es algo intrínsecamente útil, como el oro, la sal o los cigarrillos. Aunque en el pasado se han utilizado este tipo de monedas compuestas por artículos que son útiles en sí mismos, llamadas dinero mercancía, hoy en día casi todo nuestro dinero es algo que de otra manera sería inútil.
Damos valor al dinero al aceptar usarlo y tratarlo como valioso. Si no, sólo sería metal, papel y números en una página. Mientras todo el mundo siga el juego, se acepta que el dinero es valioso, y se puede utilizar regularmente para comprar y vender cosas. Por eso se puede decir que un billete de 100 dólares vale 100 dólares; porque todos creemos la letra pequeña que dice que lo es. Esto significa que el valor del dinero fiduciario proviene principalmente de la confianza que tenemos en las instituciones que lo emiten y mantienen. Cuando esa confianza se rompe, las consecuencias pueden ser dramáticas, ya que el dinero pierde rápidamente su valor; este proceso (bastante aterrador) se llama hiperinflación.
Pero las monedas y los billetes de papel son sólo una forma de dinero, llamada moneda. Cuando piensas en cuánto dinero tienes, probablemente también cuentas los ahorros que tienes depositados en el banco. Si los tiene, puede que incluso cuente los activos financieros que posee, como las acciones o los bonos.
¿Cómo trazamos los límites de lo que cuenta como dinero y lo que no? Como se puede imaginar, esta es una pregunta complicada, y los economistas han llegado a múltiples definiciones de dinero que incluyen diferentes cosas. Esto se vuelve bastante importante cuando se trata de entender cómo se crea el dinero porque la moneda física constituye una cantidad sorprendentemente pequeña de la oferta total de dinero.