Incontinencia urinaria y EM – Noticias de Esclerosis Múltiple de hoy

Muchas personas con EM experimentan una serie de problemas de vejiga, incluida la incontinencia urinaria. La incontinencia urinaria puede variar desde fugas ocasionales al toser o estornudar hasta repentinas ganas de orinar a lo largo del día, a veces con fugas antes de llegar al baño.

Existen varios enfoques exitosos para tratar y controlar la incontinencia urinaria en personas con EM.

Principales causas de la incontinencia urinaria en la EM

Existen varias causas de la incontinencia urinaria en la EM, entre las que se incluyen:

  1. La incontinencia de urgencia, que se produce cuando hay un daño nervioso en la parte del cerebro y la médula espinal que controla la vejiga. Esto da lugar a una necesidad de orinar con mayor frecuencia y urgencia, ya que la vejiga se vuelve hiperactiva.
  2. Incontinencia de esfuerzo, que se produce cuando la orina se escapa al toser, reír o estornudar. Esto ocurre porque los músculos del suelo pélvico son débiles. En las personas con EM, es el resultado de una alteración de los mensajes de los músculos del suelo pélvico.

Algunas personas con EM pueden sufrir ambas afecciones.

Diagnóstico de la incontinencia urinaria en pacientes con EM

Antes de determinar el tratamiento, hay algunas pruebas médicas que deben realizarse, como un uroanálisis para buscar sangre en la orina, una prueba de urodinámica y una ecografía renal. La prueba de urodinámica es el estándar de oro y es una evaluación computarizada de la función general de la vejiga. Consiste en colocar una pequeña sonda conectada a un monitor de ordenador en la vejiga y llenarla de agua en tiempo real. Mientras se llena la vejiga, el técnico hace preguntas al paciente. Tras el llenado, el paciente orina en una máquina especial que informa al clínico sobre la presión y el flujo.

A continuación, se suele utilizar una ecografía renal para determinar si los riñones funcionan con normalidad.

Manejo y tratamiento de la incontinencia urinaria en la EM

Lo primero que suelen hacer las personas con EM es disminuir la ingesta de líquidos. Pero esto hace que la orina se concentre tanto que irrita el revestimiento de la vejiga, lo que aumenta el riesgo de infecciones y posiblemente conduce a la deshidratación y otras complicaciones.

La forma más importante de manejar esta condición es proteger los riñones. Si los riñones quedan desprotegidos, puede producirse una urosepsis y una ruptura de la piel, dos factores que pueden empeorar la EM.

En función del estadio de la enfermedad, la función cognitiva, la destreza, la movilidad y el apoyo en el hogar, el tratamiento de la incontinencia urinaria suele adaptarse a cada paciente.

El tratamiento de la afección puede ser tan sencillo como el reentrenamiento de la vejiga: aprender a mantener la vejiga un poco más de tiempo.

A veces también se sugieren cambios rutinarios, como una mejor gestión de los líquidos. En lugar de beber ocho tazas de café al día, cambiar por agua, reduciendo la ingesta de líquidos por la noche. Además, tomar pastillas de arándanos o beber zumo de arándanos puede hacer que la orina sea más ácida, lo que ayuda a reducir el número de bacterias en la orina.

La incontinencia de esfuerzo a menudo puede tratarse de forma sencilla con ejercicios del suelo pélvico, que es probablemente la forma menos costosa y una de las más eficaces de tratar los problemas de la vejiga urinaria. Los ejercicios del suelo pélvico o kegel fortalecen los músculos, mejorando su control, y pueden ser muy eficaces.

Para la incontinencia de urgencia, las técnicas incluyen la estimulación percutánea del nervio tibial (PTNS), en la que un electrodo de aguja envía impulsos que señalan la vejiga y el suelo pélvico; el autosondaje intermitente (ISC) puede recomendarse para quienes tienen dificultades para vaciar la vejiga y los pacientes con EM pueden realizarlo fácilmente en cualquier lugar; InterStim, un pequeño dispositivo implantable que estimula los nervios sacros y ayuda a la comunicación entre el cerebro y el suelo pélvico; y las inyecciones de bótox que ayudan a relajar la vejiga.

Los medicamentos también pueden ayudar, especialmente en el caso de la incontinencia de urgencia, para detener los espasmos y disminuir la frecuencia de los impulsos. Un profesional sanitario puede seleccionar el mejor enfoque para la condición de un paciente con EM.