Terapia electroconvulsiva (TEC) | Mental Health America

¿Qué es la TEC?

La terapia electroconvulsiva (TEC) es un procedimiento en el que se utiliza una breve aplicación de estímulos eléctricos para producir una convulsión generalizada. No se sabe cómo o por qué funciona la TEC ni qué hace la convulsión estimulada eléctricamente en el cerebro. En los Estados Unidos, durante los años 40 y 50, el tratamiento se administraba principalmente a personas con enfermedades mentales graves. Durante las últimas décadas, los investigadores han intentado determinar la eficacia de la TEC, aprender cómo y por qué funciona, entender sus riesgos y efectos secundarios adversos y determinar la mejor técnica de tratamiento. En la actualidad, se calcula que la TEC se administra a unas 100.000 personas al año, principalmente en unidades psiquiátricas de hospitales generales y en hospitales psiquiátricos. Generalmente se utiliza para tratar a pacientes con depresión grave, manía aguda y ciertos síndromes esquizofrénicos. La TEC también se utiliza con algunos pacientes con tendencias suicidas, que no pueden esperar a que la medicación antidepresiva haga efecto.

¿Cómo se administra?

El tratamiento con TEC suele administrarse por la mañana, antes del desayuno. Antes del tratamiento propiamente dicho, se administra al paciente anestesia general y un relajante muscular. A continuación, se colocan electrodos en el cuero cabelludo del paciente y se aplica una corriente eléctrica que provoca una breve convulsión. Minutos después, el paciente se despierta confundido y sin recordar los acontecimientos que rodearon el tratamiento. Este tratamiento suele repetirse tres veces por semana durante aproximadamente un mes. El número de tratamientos varía de seis a doce. A menudo se recomienda que el paciente mantenga un régimen de medicación, después de los tratamientos de TEC, para reducir la posibilidad de recaídas.

Para maximizar los beneficios de la TEC, es crucial que se diagnostique con precisión la enfermedad del paciente y que se sopesen los riesgos y efectos secundarios adversos frente a los de los tratamientos alternativos. Los riesgos y efectos secundarios que conlleva el uso de la TEC están relacionados con el mal uso del equipo, el personal mal formado, los métodos incorrectos de administración, la pérdida de memoria persistente y la confusión transitoria tras el tratamiento.

¿Por qué la TEC es tan controvertida?

Después de 60 años de uso, la TEC sigue siendo el tratamiento psiquiátrico más controvertido. Gran parte de la controversia que rodea a la TEC gira en torno a su eficacia frente a los efectos secundarios, la objetividad de los expertos en TEC y el reciente aumento de la TEC como solución rápida y fácil, en lugar de la psicoterapia a largo plazo o la hospitalización.

Debido a la preocupación por la pérdida de memoria permanente y la confusión relacionada con el tratamiento con TEC, algunos investigadores recomiendan que el tratamiento sólo se utilice como último recurso. Tampoco está claro si la TEC es eficaz o no. En algunos casos, las cifras son extremadamente favorables, citando una mejora del 80 por ciento en pacientes gravemente deprimidos, tras la TEC. Sin embargo, otros estudios indican que la recaída es alta, incluso para los pacientes que toman la medicación después de la TEC. Algunos investigadores insisten en que ningún estudio demuestra que la TEC sea eficaz durante más de cuatro semanas.

Durante la última década, el paciente «típico» de la TEC ha pasado de ser un varón de bajos ingresos menor de 40 años, a una mujer de ingresos medios mayor de 65 años. Esto coincide con los cambios demográficos. El aumento de la población de edad avanzada y de Medicare, y la presión de las compañías de seguros para proporcionar un tratamiento rápido y «médico» en lugar de una terapia de conversación. Desgraciadamente, se ha planteado la preocupación por el tratamiento inadecuado e incluso peligroso de los pacientes de edad avanzada con afecciones cardíacas, y la administración de la TEC sin el debido consentimiento del paciente.

¿Es la TEC una opción?

El paciente y el médico deben discutir todas las opciones disponibles antes de decidirse por cualquier tratamiento. Si se recomienda la TEC, el paciente debe someterse a un examen médico completo que incluya una historia clínica, un examen físico, un examen neurológico, un electrocardiograma y pruebas de laboratorio. Es necesario anotar y controlar de cerca los medicamentos, así como las condiciones cardíacas y la hipertensión. El paciente y la familia deben ser educados e informados sobre el procedimiento a través de vídeos, material escrito, discusiones y cualquier otro medio disponible antes de que se firme un consentimiento por escrito.

El procedimiento debe ser administrado por profesionales sanitarios formados con experiencia en la administración de TEC, así como por un anestesista específicamente formado y certificado para administrar la anestesia. La convulsión iniciada por el estímulo eléctrico varía de una persona a otra y debe ser monitorizada cuidadosamente por el equipo de administración. La monitorización debe realizarse mediante un EEG o una técnica de «brazalete».

La naturaleza de la TEC, su historial de abusos, los informes médicos y de los medios de comunicación desfavorables y los testimonios de antiguos pacientes contribuyen al debate que rodea su uso. La investigación debe continuar y las técnicas deben perfeccionarse para maximizar la eficacia y minimizar los riesgos y efectos secundarios de la TEC.

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