La inactividad física que se está convirtiendo en la norma no es sólo un problema americano; se está convirtiendo cada vez más en un problema mundial. Hoy en día, muchas personas llevan un estilo de vida sedentario, van al trabajo sentadas en el transporte público o en el coche y luego pasan su jornada laboral sentadas la mayor parte del tiempo, salvo alguna pausa para ir al baño o tomar un café. Luego, por supuesto, están las 2,8 horas de televisión que la persona media ve cada día – a menudo la televisión es la actividad de ocio que más tiempo ocupa diariamente. La mayoría de los trabajadores de oficina tampoco se toman una pausa para comer, sino que comen en sus escritorios y pasan aún menos tiempo de pie.
Sin embargo, hay muchas razones por las que se debería incorporar más movimiento a la jornada laboral, ya que puede tener un impacto positivo en el rendimiento laboral, así como en la salud personal. Incluso si no se le ocurren ejercicios para hacer mientras está sentado, explore las oportunidades para ponerse de pie y levantarse de la silla más a menudo.
A continuación, veamos los 10 principales beneficios del ejercicio en el trabajo:
#1. Ayuda a manejar el estrés crónico
El trabajo puede ser estresante y es probable que sea un contribuyente significativo al estrés personal. No importa el tipo de trabajo que hagas; es probable que te sientas significativamente estresado por algo en un momento u otro. El estrés agudo suele considerarse positivo; ayuda a mejorar la atención y la concentración. Sin embargo, el estrés crónico es perjudicial, y cuando se basa en un estrés excesivo y prolongado y en las exigencias del entorno puede ser difícil de manejar. El estrés laboral puede causar efectos tanto mentales como físicos. Es posible que el estrés se deba a una gran carga de trabajo, a condiciones laborales incómodas o a dificultades con los compañeros.
Puede que ni siquiera esté estresado por el trabajo: puede que esté estresado por algo que le ocurre en casa, o durante el trayecto al trabajo y viceversa, pero lo lleva al trabajo. Entonces, ¿cómo ayuda el ejercicio a combatir el estrés?
El ejercicio ayuda a reducir el estrés regulando la liberación de cortisol. Después del ejercicio, las hormonas del estrés descienden y el estrés y la ansiedad se desvanecen, dejándote en un estado más relajado para el resto del día. Sin embargo, no es sólo una distracción temporal de nuestros problemas; también hay beneficios a más largo plazo, que incluyen el fortalecimiento de nuestra resistencia fisiológica al estrés, haciéndonos también más resistentes. Es una de las razones por las que los médicos y los profesionales de la salud recomiendan más actividad física para reducir el estrés y las reacciones a los desencadenantes del mismo. La actividad física es útil pero no es la única opción disponible, la organización benéfica MIND tiene otros excelentes consejos sobre cómo reducir el estrés y estar mentalmente sano en el trabajo.
#2. Mejora del rendimiento y la productividad
Con el ejercicio se mejora el rendimiento y la productividad durante el resto del día. Muchas personas se convencen a sí mismas de que saldrán a correr o irán al gimnasio después del trabajo, pero cuando por fin llega la hora de ir a casa, se sienten tan agobiados por todo lo que ha pasado ese día que lo único que quieren hacer es acurrucarse y ver la televisión. Incluso si no han tenido un día especialmente estresante, el hecho de haber pasado la mayor parte del día sedentario puede hacer que se sientan desmotivados para ir a hacer ejercicio.
Hacer ejercicio antes del trabajo y moverse durante la jornada laboral puede mejorar aspectos como la atención y la concentración, el estado de alerta y la energía, la toma de decisiones y la capacidad multitarea. Tanto el entrenamiento aeróbico como el de resistencia son beneficiosos. El factor principal detrás de esto es que el ejercicio mejora el flujo sanguíneo cerebral, es decir, mejora el flujo sanguíneo al cerebro, lo que mejora el rendimiento.
Uno de los beneficios del ejercicio durante la jornada laboral es el aumento y mantenimiento de la energía durante todo el día.
#3. Reducción del tiempo de sedentarismo
Hacer ejercicio en el trabajo reducirá el tiempo de sedentarismo. ¿Ha oído la expresión «sentarse es el nuevo fumar»? Pues bien, el tiempo prolongado que se pasa sentado y la escasa actividad física se han asociado a una mala salud y a la muerte prematura, y los investigadores destacan los riesgos potenciales en el artículo «Too much sitting and all-cause mortality: is there a causal link?»
Simplemente tomar descansos regulares para dejar de estar sentado es beneficioso. Poner un cronómetro y levantarse y caminar durante un breve periodo de tiempo cada 20-30 minutos puede ser una buena manera de empezar a disfrutar de los beneficios. Por supuesto, hacer ejercicios sentado puede mantenerte activo mientras estás en tu silla.