Ver archivo de Instantáneas.
Instantánea del 23 de enero de 2008.
La rebaja fiscal de Bush fracasa en cuanto a criterios de eficacia y equidad
por Jared Bernstein
Muchos responsables políticos y economistas coinciden ahora en que es necesario un paquete de estímulo económico para compensar la desaceleración de la economía estadounidense. La administración Bush ha propuesto un plan de 145.000 millones de dólares, de los cuales 100.000 millones se dedicarían a una rebaja de impuestos y el resto se destinaría a las empresas. Todavía no se han anunciado formalmente los detalles definitivos, pero todo indica que el presidente propondrá una eliminación temporal del tramo del 10% del impuesto federal sobre la renta. Aunque este tipo de reembolso puede ayudar a impulsar la demanda rezagada al poner más dinero en los bolsillos de los consumidores, el plan de la Casa Blanca adolece de una orientación muy pobre, por lo que falla en dos criterios críticos: eficiencia y equidad.
Como revela el gráfico siguiente, más del 70% del reembolso va a parar al 40% superior (ingresos superiores a 47.000 dólares) y menos del 10% llega al 40% inferior (ingresos inferiores a 27.000 dólares). Según el análisis del Centro de Política Fiscal del Instituto Brookings-Urban, 55,9 millones de hogares no obtienen ninguna rebaja del plan, en parte porque muchos hogares no pagan el impuesto federal sobre la renta. La mayoría de estos hogares, sin embargo, sí pagan otras formas de impuestos, como los impuestos sobre las nóminas de sus ingresos.
Los estudios económicos sobre la eficacia de los estímulos son bastante claros en este sentido: los reembolsos dirigidos a los hogares con rentas más bajas son más rentables que los de rentas más altas. Como dice la Oficina Presupuestaria del Congreso en un informe reciente «Es más probable que los hogares con rentas más bajas tengan restricciones de crédito y que se encuentren entre los más propensos a gastar. Por lo tanto, las políticas dirigidas a los hogares de menores ingresos tienden a tener mayores efectos estimulantes». Dado el bien documentado aumento de la desigualdad de ingresos en los últimos años, excluir a los hogares de bajos ingresos de la rebaja también falla en el criterio de equidad.
Para que una rebaja fiscal sea a la vez más eficaz y más equitativa, debería dirigirse a los hogares de ingresos bajos y moderados. Una forma de hacerlo es ofrecer una rebaja a todos los contribuyentes, incluidos los que tienen obligación de pagar el impuesto sobre la nómina, y no sólo a los que pagan el impuesto federal sobre la renta (véase el paquete de crecimiento del EPI).