¿Depende de una taza diaria de café para levantarse de la cama por la mañana? Tal vez necesite otra para llegar al trabajo, y otra después del almuerzo para superar el bajón de la tarde. Al final del día, el consumo de café puede ser muy elevado. Los brebajes de las cafeterías o los granos de café de alta calidad tienen un precio elevado, la leche y el azúcar de muchas bebidas de café añaden calorías adicionales y los altos niveles de cafeína pueden interrumpir el sueño (y hacer que vuelva a buscar la cafetera mañana).

No hay nada malo en disfrutar de una taza de café, pero reducir un poco el consumo puede ayudar a evitar la creación de una tolerancia a la cafeína y a que siga pareciendo un capricho, en lugar de una necesidad. Aquí hay cinco buenas razones para elegir una taza de té en lugar de una taza de café, especialmente si es el tercer café con leche del día.

Explore nuevos sabores

Mientras que el café puede ciertamente exhibir una gama de perfiles de sabor, los pasos de procesamiento utilizados para llevar los granos de café desde la materia prima hasta el producto terminado podría dejar menos espacio para las variaciones de sabor. Mientras que tanto el té como el café pueden desarrollar diversos sabores en respuesta al terruño y a los métodos de tueste, los tés también pueden variar drásticamente en función de la fecha de cosecha y los niveles de oxidación.

La oxidación, de hecho, es el único paso en el procesamiento del té que tiene la mayor influencia en el producto final, creando la diferencia entre los principales tipos de té, desde los delicados verdes hasta los audaces y abundantes tés negros. Con una historia de cultivo que se remonta a más de mil años, los productores de té han tenido mucho tiempo para desarrollar una increíble gama de sabores naturales.

Aprenda más sobre la gama de oxidación en este vídeo:

Evite el nerviosismo de la cafeína

Aunque una hoja de té contiene realmente más cafeína que un grano de café, la diferencia en los métodos de preparación significa que una taza de té tiene mucho menos que una taza de café. Mientras que una taza de café requiere unos 10 gramos de granos finamente molidos, recomendamos entre 3 y 5 gramos de hojas de té enteras para una preparación óptima de la mayoría de los tés. No sólo utilizamos menos hojas por taza, sino que las finas partículas del café liberan la cafeína más rápidamente que las hojas enteras, con menos superficie expuesta.

Todo esto significa que una taza de café puede contener más de diez veces más cafeína que una taza de té. Las cantidades exactas varían según el estilo de té y el método de preparación, pero es seguro decir que una taza de té es mucho menos probable que le produzca nerviosismo o altere el sueño.

Aprenda más sobre la cafeína en el café y el té>>

Mejorar la concentración

Aunque a menudo buscamos el café para mejorar los niveles de energía durante el día, los altos niveles de cafeína también pueden alterar la concentración. El impulso de energía de alto octanaje del café puede dificultar que nos quedemos quietos o que realicemos un trabajo preciso.

Además de dosis más bajas de cafeína, el té también contiene L-teanina, un aminoácido que se ha descubierto que favorece la relajación sin provocar somnolencia. La combinación única de cafeína y L-teanina que se encuentra en el té ha contribuido a su popularidad como ayuda a la meditación a lo largo de la historia, así como a la popularidad del té en todo el mundo.

Aprenda más sobre las propiedades únicas de la L-teanina >>

Simplifique el proceso de preparación

El café no siempre es difícil de preparar, pero incluso los métodos más sencillos requieren equipos especializados como conos para verter, cafeteras eléctricas y filtros de café. Para obtener un sabor de alta calidad, las cosas se complican aún más, con herramientas especialmente diseñadas para moler los granos y maquinaria costosa para métodos como la preparación del espresso. La proliferación de cadenas de cafeterías es prueba suficiente de que mucha gente busca un método más cómodo.

El método de preparación del té, en cambio, es significativamente más sencillo, independientemente de la calidad de la taza. Puede parecer que nada puede ser más fácil que dejar caer una bolsa de té en una taza de agua caliente, pero preparar hojas enteras de alta calidad puede ser aún más fácil. Ya sea al «estilo del abuelo» en un tazón de té, utilizando una simple herramienta de preparación como una cesta infusora, o preparando en una taza separada para un rápido proceso de gong fu, casi todos los métodos de preparación del té son más fáciles que preparar una buena taza de café.

Aprenda más sobre lo sencillo que puede ser preparar el té en este vídeo:

Gasta menos por taza

Además de aportar menos cafeína por taza, utilizar menos gramos de té por taza también significa que una reserva de té de alta calidad durará más tiempo, especialmente porque cada porción de hojas enteras puede prepararse más de una vez en infusiones cortas. De hecho, muchos bebedores de té prefieren las segundas y terceras infusiones a las primeras, ya que la hoja se abre para liberar un sabor más completo en las últimas infusiones. Una sola porción de hojas de té puede ser suficiente para durar todo el día.

Encuentra consejos para aprovechar al máximo las infusiones múltiples >>

Un café de alta calidad y de origen responsable suele costar al menos 15 dólares por libra, y hará 45 tazas utilizando 10 gramos de granos por cada una, lo que supone aproximadamente 0,33 dólares por porción. Para comparar, un cuarto de libra de té negro de uso cotidiano que se vende a 15 dólares el cuarto de libra dará lugar a unas 28 raciones de hojas secas de 4 gramos cada una, que pueden prepararse al menos tres veces. Esto reduce el coste total de cada taza a sólo 0,18 dólares.

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Aunque el té no sustituya a la primera taza de café de la mañana, tomar una taza de té de alta calidad en lugar de una costosa bebida de café por la tarde nos ayuda a mantener la concentración, reduce la dependencia de la cafeína y mejora el sueño. ¿Cree que merece la pena probarlo?

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