MEDIO, 20 de marzo (HealthDay News) — Un inmigrante vietnamita en California murió de una infección masiva de gusanos parasitarios que se extendieron por todo su cuerpo, incluidos los pulmones. Habían permanecido latentes hasta que su sistema inmunológico fue suprimido por los fármacos esteroides utilizados para tratar un trastorno inflamatorio, según el informe.
El hombre de 65 años fue aparentemente infectado por los gusanos en Vietnam, uno de los muchos países del mundo donde se sabe que infectan a los humanos. Entre el 80 y el 90 por ciento de las personas mueren si son infectadas por esta especie de gusano y luego sufren la llamada «hiperinfección» a medida que los gusanos se desplazan por su cuerpo, dijo el doctor Niaz Banaei, coautor del informe y profesor asistente de enfermedades infecciosas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
El caso del hombre subraya la importancia de examinar a los pacientes que podrían estar infectados por el parásito antes de administrarles fármacos para amortiguar el sistema inmunitario, dijo el doctor Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Colegio de Medicina de Baylor, que está familiarizado con las conclusiones del informe.
«Hay que pensárselo dos veces antes de iniciar grandes dosis de esteroides», dijo Hotez. «El problema es que a la mayoría de los médicos no se les enseña esta enfermedad. A menudo no se reconoce hasta que es demasiado tarde».
Los gusanos parasitarios de la especie Strongyloides stercoralis se encuentran con mayor frecuencia en las zonas tropicales y subtropicales del mundo, aunque también han aparecido en la región de los Apalaches de Estados Unidos. Por lo general, infectan a personas en zonas rurales como Brasil, el norte de Argentina y el sudeste asiático, señaló Hotez, y en la actualidad pueden infectar a unos 100 millones de personas en todo el mundo.
Los gusanos viven en el suelo o en el agua, normalmente en lugares con un saneamiento deficiente, e infectan a los humanos al penetrar en la piel. Pueden vivir en los intestinos durante años o incluso décadas, creando nuevas larvas que se convierten en gusanos de unos 2 milímetros de largo, explicó Hotez.
Para el paciente de este caso, los problemas llegaron cuando tomó esteroides, que amortiguan el sistema inmunitario, para tratar la «arteritis de células gigantes», un trastorno que provoca la inflamación de las arterias del cuero cabelludo, el cuello y los brazos. Al parecer, los fármacos permitieron que los gusanos crecieran y se extendieran porque ya no se mantenían bajo control.