Olmesartán comparado con otros antagonistas de los receptores de la angiotensina II: ensayos directos

Antecedentes: Los fármacos que bloquean el sistema renina-angiotensina representan una de las intervenciones terapéuticas más importantes disponibles para el tratamiento de la hipertensión. Los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARAII), también conocidos como sartanes, son una de estas clases de fármacos que bloquean los efectos de la angiotensina II antagonizando el receptor de tipo 1 de la angiotensina II. El olmesartán es el miembro más reciente de esta clase.

Objetivo: El presente artículo revisa 3 ensayos directos que comparan la eficacia antihipertensiva de olmesartán con la de otros 4 ARAII, a las dosis de mantenimiento recomendadas, ya en uso clínico para el tratamiento de la hipertensión.

Resultados: En el primer estudio, se comparó olmesartán 10 mg/d con losartán 50 mg/d en 316 pacientes con hipertensión de leve a moderada (presión arterial diastólica media basal , 95-114 mm Hg). La dosis se duplicó en la semana 4 y se añadió hidroclorotiazida en la semana 12 si la respuesta de la presión arterial era inadecuada. El olmesartán fue significativamente más eficaz que el losartán con respecto a la reducción de la presión arterial en las semanas 2, 4 y 12, y a la tasa de respuesta en las semanas 2 y 4 (con la dosis inicial del fármaco respectivo). En un segundo estudio, el olmesartán 20 mg/día demostró ser significativamente más eficaz que el losartán 50 mg/día, el valsartán 80 mg/día y el irbesartán 150 mg/día en 588 pacientes con hipertensión leve a moderada (media de la PAD en posición sentada, 100-115 mm Hg) (p <o = 0,05). En la semana 2, la reducción de la presión arterial observada con olmesartán fue significativamente mayor que la de los tratamientos de comparación (p < o = 0,05). La superioridad del olmesartán se mantuvo en la semana 8. En el tercer estudio participaron 643 pacientes evaluables con hipertensión de moderada a grave (PAD media, 100-120 mm Hg; presión arterial sistólica media, >150 mm Hg). El olmesartán 20 mg/día fue más eficaz que el candesartán 8 mg/día para reducir la presión arterial de 24 horas en la semana 8 (p <o = 0,05). La mayor parte de este efecto del tratamiento fue evidente después de sólo 1 o 2 semanas, con mayores reducciones de la presión arterial en comparación con candesartán.

Conclusiones: Estos datos indican que, a las dosis estudiadas, olmesartán es más eficaz que otros ARAII probados a sus dosis recomendadas, en cuanto a la reducción de la presión arterial en el manguito o en el ambulatorio de 24 horas, en pacientes con hipertensión esencial. Estas diferencias en la reducción de la presión arterial entre estos agentes pueden ser clínicamente relevantes y tener importantes implicaciones a largo plazo. Estudios adicionales definirán aún más el papel de olmesartán en el manejo de las enfermedades cardiovasculares, como la aterosclerosis.