Cuando tu apellido se convierte en un verbo, sabes que has alcanzado el estatus de notorio. El ex marido de Tonya Harding, Jeff Gillooly, se lo ganó por su participación en el infame ataque de 1994 contra la patinadora artística Nancy Kerrigan y por su relación con Harding. Con el estreno de la película I, Tonya, el escándalo Harding-Kerrigan vuelve a ser noticia, al igual que la propia Harding. (Asistió al estreno de la película con su homóloga en la pantalla, Margot Robbie.)
¿Pero qué pasó con Jeff Gillooly?
El ex de Harding y su distintivo apellido han permanecido casi siempre fuera de las noticias en los últimos años, en parte porque su apellido ahora no es tan distintivo. Gillooly cambió su apellido por el de Stone cuando salió de la cárcel en 1995 tras cumplir seis meses de una condena de dos años por su papel en el ataque a Kerrigan. Stone ha sido calificado como el cerebro del incidente que tuvo lugar antes de los Juegos Olímpicos de Lillehammer (Noruega) en el 94.
Pero su amigo (y guardaespaldas de Harding) Shawn Eckardt también estuvo detrás de la planificación, y Shane Stant es quien realmente empuñó la porra para romper la rodilla con Derrick Smith como conductor de la huida. Stone recibió el castigo más duro por el ataque; fue acusado de financiación, y aunque ha afirmado que Harding conocía el plan de antemano, ella niega cualquier participación hasta el día de hoy.
En cuanto a su relación, Stone se casó con Harding en 1990. El matrimonio fue difícil desde el principio, y Harding presentó una orden de alejamiento contra su marido en el 91. Stone y Harding se divorciaron en 1993, volvieron a estar juntos durante un tiempo y se separaron de nuevo tras el ataque a Kerrigan. Antes de que Stone se metiera entre rejas, él y Harding añadieron una nueva capa de escándalo a su fama al publicar un vídeo sexual. Harding escribió más tarde en unas memorias que Stone la había violado en un momento dado para que no hablara de Kerrigan, una acusación que Stone ha negado.
Stone se vio envuelto en bastantes problemas legales en los años siguientes, desde más órdenes de alejamiento interpuestas contra él, pasando por multas por conducir bajo los efectos del alcohol, hasta agresiones.
Se casó dos veces más y tuvo dos hijos. Su segunda ex mujer, la madre de sus hijos, se suicidó en 2005. Antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, dos documentales sobre el drama Harding-Kerrigan hicieron que Deadspin enviara a un reportero a buscar a Stone. Él vivía entonces en las afueras de Portland (Oregón) con su tercera mujer y sus hijos y no se guardó nada sobre el atentado del 94 en su entrevista:
«Yo era una persona muy tímida e introvertida por aquel entonces, lo creas o no. Y cuando llegó todo eso y me convertí en el hombre más odiado de Estados Unidos, tuve que empezar a hacer las paces conmigo mismo y aceptar quién era en la vida. Toda la experiencia, a pesar de lo mala que fue e ir a la cárcel y vivir eso, fue una buena lección de vida para mí, creo.»
«Y creo que estoy agradecido por haber experimentado algo así. No hay mucha gente que pueda decir que ha experimentado ese tipo de, bueno por un lado, vergüenza pública, y tener a la gente mirando tu vida fue interesante, y me he vuelto agradecido por eso. Soy una persona mucho más asertiva y estoy mucho más a gusto conmigo mismo de lo que estaba entonces»
Stone sigue viviendo en la zona de Portland, según Sebastian Stan, que lo interpreta en I, Tonya.
Stan contó a su compañera de reparto Allison Janney en un vídeo del A.V. Club que pasó un tiempo con Stone antes del rodaje de la película y que eso le ayudó a entender al hombre que se había hecho tan infame:
«Como todo, realmente no puedes juzgar un libro por su portada. Tienes una idea y luego hay algo en la persona que tienes delante que te hace considerarla como un ser humano y entonces ves otras cosas diferentes. Pero necesitaba hacer eso».
Vea a Stan como Jeff Gillooly en I, Tonya, que está actualmente en los cines.