Viento, eructos, flatulencia y distensión abdominal

¿Por qué se produce el viento, los eructos, la flatulencia y la distensión abdominal?

Las razones de los gases, eructos, flatulencias e hinchazones se dividen, a grandes rasgos, en tres categorías: mecánicas, dietéticas y otras condiciones.

Eructos (eructación de aire)

Cada vez que tragamos llevamos algo de aire al estómago. Un eructo es una expulsión involuntaria de viento (gas) por parte del estómago cuando éste se distiende por un exceso de aire tragado. Comer rápidamente, lo que puede ocurrir cuando se ingieren alimentos calientes, engullir la comida y la bebida, beber mucho líquido con las comidas, masticar chicle, fumar o llevar dentaduras postizas sueltas favorecen la deglución de aire. Algunas personas, al tragar saliva para aliviar la acidez, tragan aire al mismo tiempo. Otras personas tragan aire sin darse cuenta, especialmente cuando están tensas. Las bebidas gaseosas, incluida la cerveza, provocan eructos porque liberan gas (dióxido de carbono) en el estómago.

Eructos crónicos o repetitivos (aerofagia)

En este caso el aire no se traga en el estómago, sino que se aspira en el esófago y se expulsa rápidamente. Los eructos repetitivos de este tipo pueden durar minutos y son muy embarazosos. El remedio está en conocer la causa. El aire no puede ser aspirado cuando las mandíbulas están separadas, por lo que los eructos repetitivos pueden controlarse temporalmente apretando firmemente algo como un lápiz entre los dientes.

Algunas personas desarrollan la deglución de aire y los eructos con la esperanza de aliviar las molestias torácicas o abdominales. De hecho, se traga más aire del que se eructa, con lo que la situación empeora.

Rumores/gruñidos o tripa ruidosa

Los ruidos intestinales o borborigmos se producen cuando los movimientos vigorosos de la tripa revuelven el contenido líquido y gaseoso del intestino hacia delante y hacia atrás. Pueden ser producidos por el hambre, por la ansiedad o el miedo y son muy comunes en el SII. Los borborigmos o ruidos fuertes son el resultado de las contracciones del intestino causadas por enfermedades como la enfermedad de Crohn o la obstrucción intestinal. Estas enfermedades se asocian a otros síntomas como el dolor abdominal intenso y deben comunicarse al médico.

Flatos (pedos)

Un individuo normal expulsa gases por el recto una media de 15 veces al día (entre tres y 40 veces), dependiendo de la dieta.

  • Viento fuerte: el viento fuerte se produce por potentes contracciones de la pared intestinal que obligan a pasar los gases a través de un ano estrecho, el músculo del fondo del recto que mantiene el contenido intestinal en su sitio. Las medidas para reducir la producción de flatos pueden ayudar a disminuir los síntomas.
  • Vientos malolientes: están causados por sustancias químicas malolientes como los indoles, los escatoles y el sulfuro de hidrógeno que se producen por la fermentación bacteriana en el colon. El ajo y la cebolla, muchas especias y algunas hierbas de la familia del hinojo, especialmente la asafétida, que se utiliza en la cocina india, producen gases malolientes. La cerveza, el vino blanco y los zumos de frutas producen sulfuro de hidrógeno maloliente en algunas personas. Algunos de estos gases malolientes se absorben en el torrente sanguíneo y se excretan también en el aliento. Reducir la ingesta de estos alimentos puede aliviar los síntomas. Comer muchos alimentos grasos puede provocar gases malolientes, por lo que merece la pena reducir la ingesta de grasas si éste es un problema concreto.

Otras causas pueden ser:

  • Una dieta rica en fibra: produce más gases que una dieta baja en fibra o en carbohidratos. Es posible reducir la producción de flatos, incluso con una dieta rica en fibra, evitando los grandes productores de gases que contienen ciertos hidratos de carbono llamados oligosacáridos, que no pueden ser digeridos en el intestino delgado pero son como alimento para las bacterias del colon. La col, las coles de Bruselas, la coliflor, los nabos, las cebollas, el ajo, los puerros, las lentejas, las legumbres y algunas semillas como el hinojo, el girasol y la amapola producen muchos gases en el colon. Reducir la cantidad de alimentos en la dieta reducirá el flato. A veces el carbón activado parece reducir la cantidad (y el olor) del flato.
  • Intolerancia a la lactosa: algunas personas, por lo demás sanas, carecen de la enzima necesaria para digerir la lactosa, el azúcar de la leche de vaca. Como resultado, la lactosa se fermenta en las bacterias del colon con la producción de grandes cantidades de dióxido de carbono e hidrógeno, lo que puede provocar gases y calambres abdominales. Es más frecuente en personas nacidas en el área mediterránea, pero puede darse en cualquier lugar. Reducir la ingesta de leche hasta un nivel en el que se controlen los síntomas puede reducir las flatulencias. Su médico puede realizar pruebas especiales para confirmar el diagnóstico.
  • Sorbitol: un edulcorante utilizado en las dietas para diabéticos y presente en mermeladas, caramelos y chicles sin azúcar, no se digiere en el intestino delgado y puede dar lugar a flatos por la misma razón que la lactosa.
  • Afecciones médicas: como la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca y otros trastornos que interfieren en la absorción de nutrientes en el intestino delgado, provocan un exceso de flatos debido a la alteración de la digestión. Estas afecciones suelen estar asociadas a síntomas como dolores abdominales, pérdida de peso, anemia y/o diarrea persistente con heces pálidas y malolientes que tienden a flotar en el inodoro. Estos síntomas requieren una investigación médica (consulte nuestros folletos sobre la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca y el síndrome del intestino irritable).
  • Antibióticos: aunque eliminan las bacterias que pueden causar la fermentación, éstas se restablecen rápidamente. También producen más flatos en la mayoría de las personas.
  • Reflujo ácido o úlceras estomacales: los eructos excesivos pueden ser un signo de que se produce demasiado ácido en el estómago. Esto puede deberse a un exceso de consumo o a otra afección como el reflujo ácido (consulte nuestro folleto sobre acidez y reflujo) o una úlcera estomacal.

Hinchazón

La hinchazón abdominal es una dolencia común que a menudo se achaca al exceso de gases en el intestino y suele estar asociada a la distensión abdominal, de modo que hay que aflojar la ropa. Esto suele deberse a la relajación de los músculos abdominales de forma inconsciente para aliviar las molestias. La distensión suele desaparecer al tumbarse o al contraer los músculos abdominales. La distensión también puede estar causada por comidas ricas en grasas que retrasan el vaciado del estómago.

Una dieta rica en fibra puede causar distensión en algunas personas, pero en otras puede aliviarla. La fibra absorbe el agua del intestino y lo distiende suavemente, lo que puede ayudar a evitar las contracciones descoordinadas que son en parte responsables de la hinchazón. Algunas personas consideran que el carbón activado o los antiespumantes (que contienen simeticona) son útiles. Evitar las bebidas gaseosas puede ayudar.

¿Cómo puedo saber si mis gases, eructos, flatulencias e hinchazón son normales?

La persona media tiene gases hasta 40 veces al día. Todo lo que sea menos que esto es normal. A menudo la gente cree que tiene un exceso de flatos es porque un incidente embarazoso como un pedo ruidoso o maloliente en público le ha hecho creer que algo va mal. Sin embargo, si estos sucesos son graves, continuos, molestos o si está preocupado por ellos, debe hablar de sus preocupaciones con su médico.

Además, si desarrolla eructos asociados a molestias en el pecho, especialmente molestias asociadas al esfuerzo, o si tiene dificultades para tragar, debe buscar consejo médico.

Si la distensión abdominal es persistente o está asociada a la pérdida de peso, al dolor abdominal o a la diarrea, debe acudir a su médico, ya que puede ser un síntoma de enfermedades intestinales más graves.

> Lea nuestra hoja informativa sobre la diarrea