Tratamiento endovascular de las malformaciones arteriovenosas

¿Cómo funciona el procedimiento?

El radiólogo intervencionista elegirá el tipo de procedimiento endovascular más adecuado para usted, dependiendo de la localización y el tipo de su MAV. Si el tratamiento es para un hemangioma infantil, se puede extirpar quirúrgicamente, para evitar un traumatismo psicológico, o se puede tratar mediante embolización.

Si se trata de una MAV de alto flujo, la terapia tendrá como objetivo bloquear la conexión entre las arterias y las venas mediante la embolización de la maraña de vasos sanguíneos (nidus) o de la parte central de la lesión, donde se encuentran la mayoría de las venas. El radiólogo intervencionista elegirá el material para el procedimiento de embolización en función del tipo de MAV que tenga y tratará de eliminar por completo el nidus preservando al mismo tiempo el flujo sanguíneo normal. Los materiales utilizados para el procedimiento suelen ser materiales diseñados especialmente para el procedimiento, como el pegamento o las bobinas metálicas. A veces el nidus se perfora directamente mediante la inyección de un agente embólico.

Si se somete a un tratamiento para una MAV de bajo flujo, se le administrará una inyección de agente esclerosante, un fármaco que se inyecta en los vasos para hacerlos encoger. En algunos casos, esto se hará bajo fluoroscopia. Las opciones de tratamiento para la displasia venosa congénita son limitadas, pero a veces no es necesario ningún tratamiento. En casos graves, el radiólogo intervencionista puede utilizar la extirpación quirúrgica, la escleroterapia o una técnica de ablación endovascular. Si tiene síntomas en la piel, como una mancha de vino de Oporto, se le puede aconsejar un tratamiento con láser.

Si tiene una malformación linfática que contiene líquido, lo más adecuado será un tratamiento de drenaje.

¿Por qué realizarlo?

El tratamiento mínimamente invasivo puede realizarse por motivos terapéuticos (para tratar la afección) o por motivos paliativos (para aliviar los síntomas). El objetivo del procedimiento es excluir el flujo sanguíneo de la lesión y así reducir los síntomas y los riesgos de la MAV, como las hemorragias.

La tasa de hemorragias varía de un paciente a otro, pero si su MAV está asociada a un aneurisma, el riesgo de hemorragia es superior al 50%.

¿Cuáles son los riesgos?

Los procedimientos endovasculares para tratar las MAV también conllevan algunos riesgos, como hemorragias, hematomas o úlceras en el lugar de la punción, que el agente embólico provoque una embolización en algún lugar distinto de la zona objetivo, que se restrinja el suministro de sangre si se bloquean los vasos que irrigan una zona con sangre y que se produzca toxicidad, ya sea localmente o en otros órganos, causada por el bloqueo o el agente esclerosante.

Bibliografía

1. Sheehan J. Malformación arteriovenosa. J Neurosurg 2013; Nov 1.
2. Sheehan JP, Starke RM. Formación de aneurismas asociada a la radiación ionizante. World Neurosurg 2013; Nov 8.