- ¿Qué es un oncólogo quirúrgico?
- ¿Qué es un cirujano hepato-pancreato-biliar?
- Tratamiento quirúrgico del cáncer de vesícula
- Tratamiento quirúrgico del colangiocarcinoma
- Tratamiento quirúrgico del carcinoma hepatocelular
- Tratamiento quirúrgico de las lesiones hepáticas metastásicas
- Tratamiento quirúrgico de las lesiones hepáticas benignas
- ¿Qué es el enfoque quirúrgico mínimamente invasivo?
¿Qué es un oncólogo quirúrgico?
Un oncólogo quirúrgico es un cirujano que se centra en el tratamiento de pacientes con cáncer. Después de la facultad de medicina, se dedican de 5 a 7 años de formación a la cirugía general, seguidos de un mínimo de 2 años adicionales de formación especializada en oncología quirúrgica. Aunque la formación formal en oncología quirúrgica existe desde hace décadas, esta especialidad solo ha sido reconocida como subespecialidad de la cirugía general por la Junta Americana de Especialidades Médicas desde 2011. El reconocimiento de la oncología quirúrgica como subespecialidad quirúrgica refleja la creciente comprensión en la comunidad médica de que la complejidad del tratamiento de los pacientes con cáncer exige no sólo un profundo conocimiento del proceso de la enfermedad en sí, sino también una comprensión del papel de las modalidades de tratamiento no quirúrgico, como la quimioterapia y la radiación -incluyendo cómo estos tratamientos afectan a los resultados obtenidos con la cirugía, y cuándo deben combinarse los tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos con el fin de maximizar las posibilidades de curación.
¿Qué es un cirujano hepato-pancreato-biliar?
Un cirujano hepato-pancreato-biliar (comúnmente abreviado como «HPB») es un cirujano con formación especializada en el tratamiento quirúrgico de trastornos tanto cancerosos como no cancerosos del hígado, el páncreas y los conductos biliares.
Tratamiento quirúrgico del cáncer de vesícula
El tratamiento quirúrgico del cáncer de vesícula biliar depende de lo avanzado que esté el cáncer en el momento del diagnóstico. En las fases más tempranas, el tratamiento puede ser tan sencillo como la extirpación de la vesícula biliar. En estadios más avanzados de la enfermedad, la extirpación de la vesícula biliar puede realizarse junto con la extirpación de parte del hígado, los ganglios linfáticos que rodean el conducto biliar principal y los vasos sanguíneos que llegan al hígado. En raras circunstancias, también puede ser necesario extirpar el propio conducto biliar principal.
Tratamiento quirúrgico del colangiocarcinoma
El tratamiento quirúrgico del colangiocarcinoma (cáncer de los conductos biliares) varía según la localización del cáncer. Este cáncer puede surgir en cualquier lugar de los conductos que transportan la bilis (conductos biliares); en los pequeños conductos biliares del interior del hígado; o en el conducto biliar principal del exterior del hígado, cuando se desplaza a lo largo de los vasos que entran en el hígado (hilio hepático) y/o cuando pasa por la cabeza del páncreas en su camino hacia el intestino.
Cuando el tumor se localiza en el hígado o cerca de él, la cirugía suele implicar la extirpación de parte del hígado y del tejido que rodea el hilio hepático. En el caso de los tumores situados más cerca del intestino, la extirpación del cáncer puede requerir la extirpación de partes del páncreas.
Tratamiento quirúrgico del carcinoma hepatocelular
El carcinoma hepatocelular (comúnmente abreviado como CHC) es el tipo de cáncer más común que se origina en el hígado. El tratamiento quirúrgico de es una de las muchas alternativas para el tratamiento de esta enfermedad. El tratamiento quirúrgico consiste en la extirpación del cáncer y de un «borde» circundante del hígado normal. La cantidad de hígado que se extirpa depende de la localización del cáncer. La cirugía sólo es segura para los pacientes cuyo hígado, aparte del tumor, funciona bien (es decir, sin cirrosis o con una cirrosis mínima).
Tratamiento quirúrgico de las lesiones hepáticas metastásicas
El tratamiento quirúrgico de las metástasis hepáticas se realiza con el objetivo de extirpar todos los puntos cancerosos (lesiones) del hígado, junto con un borde de tejido hepático normal, conservando la mayor cantidad posible de hígado sano. A veces, no es seguro extirpar quirúrgicamente todas las lesiones del hígado. En este caso, también puede utilizarse la destrucción del tumor con calor (ablación por microondas o radiofrecuencia) o pulsos de electricidad de alta energía (NanoKnife).
Tratamiento quirúrgico de las lesiones hepáticas benignas
En algunas ocasiones puede ser necesario el tratamiento quirúrgico de las lesiones hepáticas benignas (crecimientos en el hígado que son anormales pero no cancerosos). Los quistes hepáticos que provocan síntomas como dolor o sensación de plenitud suelen tratarse con la desobstrucción del quiste (extirpación de la parte superior del quiste). Puede ser necesario extirpar otras lesiones hepáticas no cancerosas, como los hemangiomas, la hiperplasia nodular focal y los adenomas, si causan síntomas. (El síntoma más común es el dolor.) Además, ciertos adenomas están asociados a un riesgo de transformarse en cáncer de hígado, por lo que su extirpación puede estar justificada.
¿Qué es el enfoque quirúrgico mínimamente invasivo?
Mientras que la cirugía del cáncer en el abdomen requería anteriormente grandes incisiones (cortes), los doctores Gleisner, Schulick, Ahrendt y McCarter se encuentran entre los líderes del país en el empleo de técnicas mínimamente invasivas para el tratamiento quirúrgico del cáncer. El enfoque mínimamente invasivo consiste en introducir una cámara e instrumentos quirúrgicos delicados en el cuerpo a través de múltiples incisiones pequeñas en lugar de una gran abertura. A veces se utiliza un robot quirúrgico que permite una mayor precisión y flexibilidad de lo que sería posible con los instrumentos quirúrgicos convencionales. Debido a las pequeñas incisiones, la recuperación suele ser más rápida y menos dolorosa que con la cirugía convencional. No todas las cirugías pueden realizarse con seguridad con el enfoque mínimamente invasivo. Sin embargo, los recientes avances en la tecnología y la técnica de la imagen han ampliado el uso de este enfoque para las resecciones hepáticas complejas.