Peligros de combinar LSD y tranquilizantes

Los consumidores de drogas recreativas pueden tomar regularmente tranquilizantes como forma de bajar los efectos alucinógenos del LSD. La combinación de tranquilizantes y LSD, especialmente mientras se está bajo la influencia de las drogas, pone a la persona en riesgo de sufrir una sobredosis o de desarrollar una adicción más grave.

Aunque los tranquilizantes tienen fines medicinales, el LSD (dietilamida del ácido lisérgico) no los tiene. Más conocida como ácido, esta droga provoca un viaje psicodélico que altera el estado mental y la experiencia sensorial del consumidor. Existen riesgos asociados al consumo de cualquiera de las dos drogas, pero la combinación de ambas puede poner al usuario en grave peligro.1

Los médicos suelen recetar tranquilizantes para tratar la ansiedad, los ataques de pánico y el insomnio.

Estos fármacos de tipo sedante se presentan en diferentes formas, entre las que se incluyen:

  • Benzodiazepinas: Xanax, Klonopin, Valium y Ativan
  • Ayudas para dormir: Ambien, Rozerem, Sonata, Halcion y Lunesta
  • Barbitúricos: Mabaral, Amytal, Solfoton y Nembutal2

Los tranquilizantes crean una fuerte dependencia y posible adicción en los usuarios, por lo que es necesario tener precaución al utilizarlos. Una persona que se retira de los tranquilizantes experimenta síntomas como convulsiones. Es especialmente importante buscar la ayuda de un médico para dejar de tomar barbitúricos debido a los síntomas de abstinencia que ponen en peligro la vida. Las personas que dejan de tomar tranquilizantes y sedantes pueden experimentar alteraciones del estado de ánimo que pueden durar meses después de dejar de tomar la droga.2

Riesgo de sobredosis de tranquilizantes

El uso de tranquilizantes puede dar lugar a interacciones peligrosas cuando se utilizan con alcohol, analgésicos y algunas otras drogas. El uso de tranquilizantes con LSD no crea las mismas interacciones peligrosas, pero sigue siendo arriesgado. De hecho, si un consumidor de LSD busca asistencia médica por un «mal viaje», se puede utilizar una benzodiacepina para aliviar la ansiedad.

Aún así, el uso supervisado por un médico de una benzodiacepina es diferente a tomar la droga cuando ya está colocada para automedicarse por una mala reacción o para mejorar la experiencia psicodélica. Además, otros sedantes, como el Haldol, pueden aumentar la agitación y las alucinaciones.3

Para entender el riesgo, considere los posibles efectos secundarios del LSD, que incluyen los siguientes:

  • Estado disociativo fuera de contacto con la realidad consensuada
  • Cambios en la temperatura corporal, la presión sanguínea y el ritmo cardíaco
  • Estados extremos de ansiedad, paranoia, confusión y miedo
  • Alucinaciones visuales que pueden inducir ataques de pánico

El LSD también puede causar una psicosis temporal y un deterioro mental similar al daño cerebral. La adición de tranquilizantes puede provocar una sobredosis mortal cuando se toma en dosis elevadas.4

Durante un viaje de LSD, una persona puede sufrir una sobredosis de tranquilizantes por varias razones, entre ellas:

  • Pérdida de la cuenta de cuántos tranquilizantes se han tomado
  • Uso excesivo y rápido para contrarrestar un ataque de pánico o una alucinación aterradora
  • Confusión sobre qué drogas se están consumiendo realmente
  • Inhibiciones elevadas y sensación de invencibilidad

Si se toman demasiados tranquilizantes, los signos de sobredosis incluyen:

  • Cambios en el ritmo cardíaco
  • Pensamiento alterado
  • Disorientación
  • Confusión
  • Respiración superficial

Desgraciadamente, el usuario podría confundir estos síntomas como parte de la experiencia del LSD y no conseguir ayuda médica de emergencia.

El LSD y la adicción a los tranquilizantes

Las personas que abusan del LSD mientras luchan contra la adicción a los tranquilizantes se enfrentan a consecuencias aún más graves, como:

  • Inicio o aceleración de problemas de salud mental
  • Motivación para realizar conductas obsesivas de consumo de drogas
  • Inicio de cambios de humor agresivos e impulsivos
  • Ansiedad e insomnio, incluso mientras se toman tranquilizantes

Dependiendo de la combinación de drogas utilizadas, existen varias opciones de tratamiento para las adicciones a múltiples drogas. La adicción a una benzodiazepina requiere un proceso de desintoxicación médica de tres a cinco días. Todas las adicciones se benefician de un programa de tratamiento de drogas residencial o ambulatorio que controla los síntomas físicos además de los psicológicos.

Buscar ayuda para el abuso y la adicción al LSD

Si usted o un ser querido lucha contra la adicción al LSD, a los tranquilizantes o a ambos, llame ahora a nuestra línea de ayuda gratuita, 269-280-4673, y comience el camino hacia la recuperación. Nuestros coordinadores de admisiones están listos para ayudar las 24 horas del día. Pueden responder a preguntas, discutir las opciones de tratamiento e incluso comprobar las pólizas de seguro médico para la cobertura del tratamiento de la adicción.

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Fuentes

1 «Drogas de abuso». DEA. Consultado en octubre de 2018.

2 «Depresores del SNC con receta». National Institute on Drug Abuse, 6 mar. 2018.

3 «Tratamiento de la toxicidad del LSD &Manejo: Consideraciones de abordaje, atención prehospitalaria y en el servicio de urgencias, atención hospitalaria.» Diagnóstico diferencial de la anemia falciforme, 3 de mayo de 2017.

4 «Alucinógenos». Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, enero de 2016.