Los neutrófilos (también conocidos como «segs», «PMNs» o «polys») son uno de los cinco tipos de células que pertenecen a la familia de los glóbulos blancos, llamados leucocitos. Entre ellos se encuentran: neutrófilos, linfocitos, monocitos, eosinófilos y basófilos. Todos los leucocitos participan en las respuestas inmunológicas e inflamatorias de nuestro cuerpo, protegiéndonos de los irritantes y de los invasores malignos. Los neutrófilos, junto con los eosinófilos y los basófilos, constituyen un grupo de glóbulos blancos conocido como granulocitos. Normalmente, la mayoría de los neutrófilos que circulan por el torrente sanguíneo se encuentran en la forma madura, con el núcleo de la célula dividido o segmentado. Los neutrófilos son el tipo más abundante de glóbulos blancos y el tipo más abundante de granulocitos. Alrededor del 40%-60% de todos los glóbulos blancos son neutrófilos. Los neutrófilos son fagocíticos; engullen y digieren otros microorganismos. La concentración de neutrófilos se determina con un diferencial de glóbulos blancos, a menudo como parte de un recuento sanguíneo completo (CBC). Un profesional sanitario puede solicitar un recuento sanguíneo completo durante un control de salud rutinario o si alguien tiene síntomas o signos de una infección, incluyendo:
-Fiebre y escalofríos
-Pulso rápido
-Respiración rápida
-Náuseas/vómitos
-Diarrea
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