Juan Calvino proporciona la siguiente definición de sacramento en los Institutos de la Religión Cristiana (IV.xiv.1-2) utilizando el vernáculo de «signo y sello» que es un elemento básico de la sacramentología reformada conservadora, y que aparece en la Confesión de Fe de Westminster y en las demás confesiones reformadas.
La definición de Calvino es ecuménica, ya que desea la unidad entre la Iglesia luterana (Lutero-Melanchthon) y la reformada suiza (Zwingli-Bullinger), con los luteranos enfatizando la impresión del sello en el cristiano y los reformados suizos enfatizando el signo del cristiano, y Calvino se sitúa en medio y lo tiene en ambos sentidos con su doble discurso de «signo y sello».
La siguiente cita ofrece dos definiciones de «sacramento» de Juan Calvino, y una breve explicación sobre cómo su definición se alinea con la de Agustín de Hipona. Y por último, tiene una aclaración sobre el término ‘sacramento’ vs ‘misterio’ siendo una diferencia de la Iglesia romana occidental verso la Iglesia griega oriental respectivamente.
Primero, debemos considerar lo que es un sacramento. Me parece que una definición sencilla y adecuada sería decir que es:
Un signo externo por el que el Señor sella en nuestras conciencias las promesas de su buena voluntad hacia nosotros para sostener la debilidad de nuestra fe; y nosotros a su vez atestiguamos nuestra piedad hacia él en presencia del Señor y de sus ángeles y ante los hombres.
Aquí hay otra definición más breve:
Se le puede llamar testimonio de la gracia divina hacia nosotros, confirmado por un signo externo, con el testimonio mutuo de nuestra piedad hacia él.
Cualquiera de estas definiciones que se elija, no difiere en su significado de la de Agustín, que enseña que un sacramento es «un signo visible de una cosa sagrada», o «una forma visible de una gracia invisible», pero explica mejor y más claramente la cosa misma. Pues como hay algo oscuro en su brevedad, en la que se engañan muchos de los menos instruidos, he decidido dar una declaración más completa, usando más palabras para disipar toda duda.
2. La palabra «sacramento»
La razón por la que los antiguos usaban esta palabra en este sentido es suficientemente clara. Pues allí donde el antiguo traductor quiso traducir al latín la palabra griega μυστήριον, especialmente cuando se refiere a cosas divinas, la tradujo «sacramento»
Calvino, Juan. Institutos de la religión cristiana. Ed. John T. McNeill. Trans. Ford Lewis. Batallas. Philadelphia, PA: Westminster, 1960. 1277-8. Imprimir.