El otro día vi a la mujer más hermosa. Y no era mi novia.

foto de John Kim
Sep 27, 2018 – 4 min read

Realmente rápido. Déjenme aclarar algo. Escribir este artículo no significa que no encuentre a mi novia hermosa. Su belleza es rica y profunda con mil capas en las que podría vivir. Y cada día descubro otras nuevas. Pero este artículo no trata de eso.

Este artículo trata de la diferencia entre encontrar a alguien atractivo y elegir amar a alguien.

Conozco a muchos que creen que si tu pareja encuentra a otra persona atractiva, eso significa que ya no le atraes o no te quiere.

Esa diferencia entre encontrar a alguien atractivo y elegir amar a alguien es el día y la noche. Manzanas y pomelos. Es enorme el Gran Cañón. Como la diferencia entre tener pensamientos suicidas y dar realmente los pasos para acabar con tu vida. Todos hemos tenido pensamientos suicidas. ¿Pero cuántos de nosotros lo hemos intentado realmente?

Muchos se ponen celosos y posesivos si descubren que su pareja encuentra a alguien más atractivo. Odio tener que decírtelo pero tu pareja lo ha hecho. O lo hace. Y lo hará. Mientras pueda respirar y ver, ha sucedido. Tacha la visión. Si respira, ha encontrado a alguien atractivo que no eres tú.

Tu novio se ha fijado en otras mujeres. Puede que no lo haya anunciado pero lo ha hecho. Pero eso no significa que quiera construir algo con ella. No significa que quiera hacer vida cotidiana con ella. Y no tiene nada que ver con que te quiera y se sienta atraído por ti.

Hay miles de millones de personas en este planeta. ¿Crees que eres el único que tu pareja encuentra atractivo? Puede que seas la única a la que tu pareja decida amar, pero ver la belleza en los demás se llama ser humano.

Tenemos que dejar de negar el hecho de que encontramos a otras personas atractivas. Es esta negación la que crea culpa y vergüenza. El juicio que nos hacemos a nosotros mismos o a nuestra pareja por notar una cualidad en otra persona, ya sea una mente o una cara bonita, está mal. Y es perjudicial. Ese juicio nace de la inseguridad y la amplifica hasta convertirla en un virus que infecta la relación. Es esta negación la que nos hace ir a la deriva y no estar presentes con la persona que elegimos amar.

Así que escribo esto para que sepas que está bien encontrar a los demás atractivos. Si nadie te lo ha dicho, te lo digo ahora mismo. Ese día que te masturbabas con una fantasía de ese desconocido al azar en el tren, tu chico de UPS, o el joven Mark Walhberg cuando se hacía llamar Marky Mark, ¡está bien! No es real. Has reproducido una película rápida en tu cabeza. Con suerte, también estás reproduciendo fantasías sobre tu pareja. Más que menos.

Que mi novia se fije en el humor, los dones o los pectorales de otro hombre no la convierte en infiel. O que esté mal. O que sea una zorra. O que no esté interesada en mí. La hace una persona real. Y que sea real es lo que hace que me conecte y me sienta atraído por ella.

¡Sí, pero si lo permites, se convertirá en algo!

En primer lugar, tu pareja no es tu perro o tu hijo, así que no hay que permitirlo. Segundo, la peligrosa deriva que tanto temes no tiene que ver con la atracción. Se trata de la intención. Si no la tiene, no hay más que un ser humano.

La intención es el factor decisivo. Si tu novio se permite tener sentimientos por alguien, es diferente. Anunciarse como soltero es diferente, suponiendo que tenga una relación monógama. Mentir es diferente. Engañar a alguien es diferente. Crear una conexión, ya sea emocional o física, es diferente. Entonces una conversación está en orden.

Pero no me estoy refiriendo a las personas que están en relaciones rancias o insatisfactorias y han estado a la deriva durante años. No hablo de personas que miran por encima de la valla porque hay problemas, infidelidad y desconexión emocional. No estoy hablando de personas que se han quedado fuera de su relación y están mirando el escaparate. Notar significa que eres humano. Ir a la tienda a probarse ropa significa que estás buscando activamente. Estás buscando a alguien nuevo. Lo quieras admitir o no.

Asumiendo que tu relación es sólida. Asumiendo que el sexo y la intimidad son fuertes, y que amas a tu pareja y todo lo relacionado con la relación. Pero si la idea de que tu pareja se fije en alguien o encuentre a alguien atractivo te crea una mierda de ansiedad y te hace cuestionar si deberías estar con ella,

Esto es lo que necesitas saber.

La atracción es bidimensional.

Es una mirada. Un darse cuenta. Una observación. Una imagen. Un cuadro. Un anuncio. Y hoy en día, un filtro. Es real pero no lo es. Es fugaz. Porque siempre habrá alguien más bonito, más sexy, más divertido, más rico, con el pelo o los pantalones más chulos o lo que sea que flote en tu barco. La atracción es azúcar.

Una relación es multidimensional.

Hay una caída. Una profundización. Hay una pieza espiritual en la conexión humana profunda y se vuelve más grande que sus partes. Una relación no es un anuncio. Es el verdadero espectáculo. La proteína. La vida. Te importa la persona. Te importan sus sueños. Quieres lo mejor para esta persona. Quieres que sea feliz. Y cuando eliges amar, se construye una relación. Como nace un niño. Luego, hay que trabajar. Mucho trabajo duro. Y construyes y creces y descubres, capa tras capa. Haciendo la vida juntos. Sin poseer al otro. Pero sólo sosteniendo. Notando juntos. Hay una responsabilidad. Una ganancia involucrada.

El amor tiene muchas muchas capas.

La atracción es bidimensional.

El amor tiene sustancia.

La atracción es sólo brillo.

El amor se gana y se construye.

La atracción no lo es.

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