Resultados
Ha habido un amplio interés en el uso del ácido valproico para tratar una variedad de trastornos neurológicos, psiquiátricos y proliferativos, con cientos de ensayos clínicos realizados en la esclerosis lateral amiotrófica, la atrofia muscular espinal, el dolor, la esquizofrenia, la agitación, las cefaleas en racimo, el glioblastoma, el linfoma, el cáncer de ovario, la retinosis pigmentaria y muchas otras enfermedades.
En la enfermedad de Alzheimer, un ensayo de fase 3 evaluó si el tratamiento con valproato tenía eficacia sintomática para retrasar la agitación y/o la psicosis en pacientes que no presentaban estos síntomas en el momento de la detección. Para ello se utilizó el inventario neuropsiquiátrico (NPI). El ensayo también evaluó si el fármaco retrasa la progresión del deterioro cognitivo y funcional medido por las baterías Alzheimer’s Disease Assessment Scale-cognitive (ADAS-Cog), Alzheimer’s Disease Cooperative Study Activities of Daily Living (ADCS-ADL) y Clinical Dementia Rating Sum of Boxes (CDR-SOB). Denominado VALID, el ensayo fue patrocinado por el Alzheimer’s Disease Cooperative Study. Entre 2005 y 2009, 46 centros participantes de Estados Unidos inscribieron a 313 pacientes con EA moderada para ser tratados durante dos años con dosis de valproato que se titulaban según el peso corporal del paciente y su capacidad de tolerar el fármaco. Ciento veintidós pacientes completaron los dos años de tratamiento con valproato. El tratamiento no consiguió retrasar la aparición de agitación o psicosis ni ralentizar el deterioro cognitivo o funcional. El grupo de tratamiento tuvo más efectos secundarios, como somnolencia, trastornos de la marcha, temblores, diarrea y debilidad (Tariot et al., 2011). Los resultados completos de este ensayo están disponibles en clinicaltrials.gov. Un subestudio de imágenes volumétricas por RM en 89 participantes en el estudio descubrió que los pacientes que tomaban valproato tenían más pérdida de volumen al año que los que tomaban placebo, y este hallazgo se correlacionaba con las indicaciones de un declive cognitivo más rápido con valproato (Fleisher et al., 2011).
Previamente, varios ensayos más pequeños habían evaluado el valproato para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer o la demencia, pero no habían arrojado resultados concluyentes (Porsteinsson 2006). Para más detalles sobre estos ensayos, véase clinicaltrial.gov.