Las amistades son el pegamento que nos mantiene unidos. Sí, es un tópico, pero yo, por ejemplo, no sé dónde estaría sin unas buenas amistades. Son los que nos ayudan a superar nuestros problemas, nuestras crisis y nuestros momentos más difíciles. Están ahí con pizza y viejas películas de Disney cuando hemos tenido un día estresante o simplemente necesitamos un poco de autocuidado de calidad con un amigo.
Por mucho que queramos a nuestros amigos, puede ser difícil ir contra ellos. ¡Pasó dos horas hablando contigo la semana pasada cuando Chad publicó con otra chica en Instagram! Vino a ver una película cuando necesitabas alejarte del trabajo. Ella hablará por teléfono siempre que necesites hablar. Le debo salir esta noche o prestarle mis zapatos favoritos o ayudarla con un proyecto de trabajo hasta las 3 de la mañana, ¿verdad?
No exactamente. Decir que no a nuestros amigos es una situación difícil e incómoda, pero una vez que lo domines, serás más feliz y estarás más cerca de tu amigo en el proceso. Utiliza estos consejos la próxima vez que se presente una situación, y verás que el proceso es mucho más fácil con el tiempo.
Entiende lo que te pide
La comunicación (especialmente a través de texto) puede malinterpretarse fácilmente. El hecho de que hayas oído a tu amiga preguntar algo con voz grosera o con derecho no significa que lo haya dicho exactamente así. Primero mira los hechos. ¿Estás interpretando un mensaje de texto o podría haber un error de comunicación? Cuando nos dejamos llevar por las emociones, a menudo dejamos de lado los hechos y nos dejamos llevar por las emociones negativas que se nos pasan por la cabeza. Tómate un minuto para entender bien lo que te pide tu amigo antes de empezar a responder.
Descubre por qué quieres decir que no
Si no quieres ir a algún sitio o involucrarte en algo, no deberían obligarte a ello. Sin embargo, también hay muchas razones por las que podemos decir que no a algo que podría ser bueno para nosotros. Digamos que tu mejor amiga te invita a un evento de networking, pero en su lugar quieres quedar con esa nueva persona con la que estás saliendo. Probablemente, la cita puede esperar, y el evento de networking es una gran forma de subir de nivel en tu carrera.
Por otro lado, hay tantas razones por las que podríamos decir que no a algo pero sin saber necesariamente por qué. Ni siquiera puedo recordar cuántas veces he cancelado a un amigo porque la depresión y la ansiedad se interpusieron. En estos casos, no siempre sabemos que esa es la causa de nuestra ausencia; puede que simplemente sintamos que no podemos ir. En una situación como ésta, es importante entender por qué no quieres salir o estar con ellos. Esto te permite ser honesto con tu amigo sobre lo que está pasando para que pueda apoyarte y estar ahí para ti también.
Valídate a ti mismo
Esta es tu oportunidad de dártela bien. Una vez que hayas descubierto por qué quieres tener esta conversación con un amigo, es importante que sigas el plan original. Hablar con los amigos sobre los posibles problemas de tu relación es incómodo y estresante, así que cuando podemos pensar en formas de salir del paso, casi siempre nos decantamos por esa opción.
Nuestros amigos suelen ser los que nos validan en las discusiones con la familia o en las relaciones románticas, así que aprovecha este momento para recordar que lo que sientes es normal. Si estás molesto, frustrado o enfadado con un amigo, no pasa nada por sentirte así a veces, y no pasa nada por hablar con él de ello. Recuerda que esto hará que vuestra amistad sea más fuerte a largo plazo, y si no lo hace, entonces vuestra amistad podría necesitar una reevaluación.
Descubre la mejor manera de comunicarte
¿Esta situación merece una reunión en persona, una llamada telefónica o un texto? Averigua cuál es la mejor manera de tener esta discusión con tu amigo. Si sólo le dices que no quieres salir en 20 minutos porque quieres quedarte en casa con tu perro y un helado, probablemente no necesites quedar. Sin embargo, si se trata de un problema mayor en vuestra amistad (tu amiga toma prestadas tus cosas y nunca te las devuelve, te deja por un chico nada más llegar al bar, etc.), podría ser una buena idea fijar una hora para quedar y discutir cómo podéis avanzar en vuestra amistad.
Sé honesto
¿Recuerdas cuando hablamos de identificar por qué quieres decir que no? Aquí es donde entra en juego. Olvídate de inventar una excusa; ya no estamos en el instituto. (¡Duro, pero cierto!)
Sé honesto sobre por qué no quieres hacer algo o por qué dices que no. Ya sea por dinero (el concierto es demasiado caro, estás intentando ahorrar para el pago inicial de un coche, ya has gastado tu presupuesto para salir este mes, etc.), por trabajo (¡tienes que trabajar mañana o un gran proyecto en el que tienes que trabajar!), por situaciones personales (ya tienes planes, tienes problemas familiares, realmente podría seguir aquí), o por cualquier otra cosa, no deberías pasar una tonelada de tiempo pensando en lo que vas a decir porque es la verdad.
Práctica
Ahora, no estoy diciendo que debas decir que no a todo lo que tus amigos te lanzan como un experimento social; sin embargo, esta es una de las muchas situaciones de la vida en la que la práctica hace la perfección. (La primera vez que hables con un amigo de algo que te molesta en lugar de guardarlo en tu interior será incómodo y extraño. Te preguntarás si sigue siendo tu amigo y si tu relación se verá afectada por ello. Sin embargo, con el tiempo, esa sensación se desvanecerá y aprenderás que las amistades buenas y sólidas significan más que enfadarse porque alguien te haya llamado la atención sobre tus mierdas.