Los métodos autocalmantes ayudan a calmarte y a relajarte cuando estás alterado. Sin embargo, no son el único enfoque razonable para ayudar a alterar sus estados de ánimo no deseados. A veces, como dice el refrán, un cambio es tan bueno como un descanso.
Distracción. La distracción es una técnica sorprendentemente eficaz para cambiar su estado de ánimo. Cuando se dé cuenta de que se ha alterado, elija interrumpir su estado de ánimo negativo dedicándose a algo que le distraiga de lo que le ha alterado. Para obtener los mejores resultados, lo que haga como medio de distracción debe ser absorbente e interesante para usted. Esta actividad debe requerir toda su atención o ser tan absorbente que se olvide de sí mismo. Ver una película o un programa de televisión, navegar por Internet, leer un libro, escuchar música (energizante), llamar a un amigo y hacer ejercicio son buenos ejemplos de lo segundo, mientras que dedicarse a tareas orientadas a los detalles, como escribir, programar, limpiar la casa, deshierbar el jardín, tocar música o cantar o ser artístico, u organizar los archivos, son ejemplos de lo primero. En la medida de lo posible, debes hacer algo que te guste. El trabajo puede ser una buena distracción si le gusta trabajar o lo encuentra absorbente, pero no funcionará bien si no lo hace.
La distracción funciona porque interrumpe su estado de ánimo y le obliga a «cambiar de marcha». Muchos estados de ánimo negativos contienen un elemento de rumiación. Cuando rumias, repasas tu problema o preocupación una y otra vez en tu mente. Cada vez que se repite el problema o la preocupación, se refuerza su control. La distracción rompe este control al obligarte a pensar en otras cosas. Si la cosa con la que te distraes es lo suficientemente convincente o exige tu atención, dejarás temporalmente de rumiar y empezarás a sentirte mejor. Tal vez no bien, pero mejor.
La distracción no es más que un respiro temporal o un alivio de los estados de ánimo negativos. No es una cura o arreglo permanente y no debe pensarse como tal.
Algunas personas se sienten responsables de sus estados de ánimo negativos. Las personas culpables o afligidas sienten que estarán traicionando a alguien o a algo si dejan de sentirse mal, por ejemplo. Si esto es un problema para ti, ten por seguro que tu culpa o tu pena volverán pronto. Es seguro que te distraigas, porque tu dolor te estará esperando después de un breve descanso.
Una de las razones por las que la distracción no es más popular como medio para hacer frente a los estados de ánimo negativos es porque va en contra de la sabiduría convencional que sugiere que tienes que enfrentarte a tus emociones problemáticas antes de poder escapar de ellas. Desde este punto de vista, decir que está bien distraerse cuando uno se siente mal es como decir que la negación es una buena forma de vida. Sin embargo, este es un argumento falso. Es cierto que una cierta cantidad de afrontamiento o aprendizaje de las emociones negativas es algo curativo. Cuanto menos luches contra las emociones negativas, menos tendrás que sentirte mal. También es cierto que a veces las emociones negativas pueden ser abrumadoras, y que necesitas un descanso de ellas. Tienes que encontrar un equilibrio personal adecuado entre tratar directamente con esos estados de ánimo y escapar de ellos para tener la mejor oportunidad de sanar.
Organización. Una muy buena manera de distraerse productivamente es hacer algo para organizar mejor su vida. Por organizar tu vida nos referimos a limpiar y ordenar tus espacios de vida o de trabajo, tu calendario personal, la forma en que manejas tus finanzas, tu ordenador, o la forma en que te vistes, haces ejercicio y en general te comportas. Limpiar tu casa puede ser una cosa increíblemente poderosa, especialmente cuando te sientes mal. Normalmente, cuando te sientes mal, también te sientes fuera de control. Tu estado interno suele ser un reflejo de tu estado externo. Cuando tu entorno está desordenado, te sientes desordenado por dentro. En este caso, cualquier tiempo que dediques a organizar tu entorno (tu casa o tu trabajo, etc.) es también tiempo que dedicas a construir tu propia sensación de control y logro. De este modo, tus esfuerzos por organizar tu vida son a la vez una distracción para tu estado de ánimo y, por separado, una potenciación y un aumento de la confianza. Es algo sencillo, pero funciona.
Comedia y humor. Otra buena forma de distraerse es sumergirse en la comedia y el humor. Vea una película o programa de televisión divertido. Escuche la rutina de un comediante favorito. Lee un libro o una revista divertida. Encuentra algo que te haga olvidarte de ti mismo y reírte a carcajadas durante un rato.
Cuando te sientes ansioso o deprimido, tiendes a tener un rostro bastante sombrío, y tus pensamientos, que están en clave con tus emociones, son igualmente sombríos. Al reír, se activan los músculos faciales y corporales asociados a las emociones positivas. Al activarse estas emociones, aunque sea temporalmente, te resultará algo más fácil recordar pensamientos y recuerdos positivos. Es un efecto temporal, sin duda, pero puede ser un alivio. Reír también tiene un efecto relajante, y le ayudará a reducir la tensión corporal.