Ahora, la segunda parte de la historia
Te has vuelto callado y no te acercas a nada ya que te sientes triste estos días. Necesitas ser feliz, pero tú solo no puedes encontrar la felicidad porque ya has empezado a pensar en la mala suerte que tienes. Y en el fondo de tu corazón, ¡esperas que alguien bueno te haga feliz de nuevo!
Después de que algún día conozcas a alguien con un corazón realmente bueno. Entonces te asegurarás de que no te vuelvan a engañar y tratarás de extraer de esa persona toda la felicidad de todo este universo guardada sólo para ti. Te sentirás afortunado y feliz de nuevo porque esta vez has conseguido todo lo que esperabas.
Después de unos días más, de repente te enfureces con asuntos muy pequeños. Empiezas a hacer daño a esa alma buena. Día a día las cosas irán empeorando y acabaréis separados el uno del otro.
Ahora, ¿quién es el dementor? Eres tú. Aunque no querías serlo. Pero, de alguna manera eres tú.
Tercera parte de la historia
Esta comida de almas sigue corriendo entre nosotros. Nos estamos comiendo las almas buenas de los demás: la felicidad y la paz.
A veces, somos nuestros propios dementores.
¡Te encontrarás en alguna situación en la que no podrás ser feliz sólo por tu culpa! No habrá otra razón a la que culpar y no es tu suerte. Eres tú el que te haces sentir infeliz, desafortunado.