Si tu primera copa se te sube a la cabeza, podría tener más que ver con tus antecedentes familiares que con la fuerza del vino.

Los científicos han descubierto un gen que hace que algunas personas sean «ligeras de equipaje», es decir, menos capaces de soportar la bebida que otras.

Entre el 10 y el 20 por ciento de la población tiene una forma diferente del gen, conocido como CYP2E1, que podría hacerles más sensibles debido a la liberación de moléculas en su cerebro.

Pero los científicos creen que los bebedores portadores del gen también tienen menos probabilidades de convertirse en alcohólicos.

Afirman que, por lo general, quienes no toleran mucho alcohol se apartan de él cuando son jóvenes y tienen menos probabilidades de convertirse en dependientes. Investigadores estadounidenses llevaron a cabo un estudio con más de 139 parejas de hermanos de entre 18 y 29 años.

A todos ellos se les dieron tres bebidas alcohólicas durante tres horas y se les pidió que respondieran a preguntas como si se sentían borrachos o con sueño.

Los científicos observaron entonces el gen CYP2E1 de los estudiantes en su ADN para ver si era normal o «defectuoso».

Creen que los que tienen una variante del gen generan moléculas de oxígeno en el cerebro, conocidas como radicales libres, que les hacen sentir los efectos del alcohol con más fuerza.

El autor principal, Kirk Wilhelmsen, profesor de genética de la Universidad de Carolina, dijo: ‘Este hallazgo es interesante porque insinúa un mecanismo totalmente nuevo de cómo percibimos el alcohol cuando bebemos.’

Añadió: ‘Hemos encontrado un gen que protege contra el alcoholismo y, además, tiene un efecto muy fuerte.’