El reflujo ácido crónico o ERGE es un problema común y puede ser bastante desagradable. Los ácidos estomacales corroen el revestimiento del esófago, provocando acidez, dispepsia y regurgitación. Pero lo que muchos pueden ver como una molestia menor puede convertirse en un problema mayor si no se trata.
Es importante recordar que, en la mayoría de los casos, las complicaciones a largo plazo de la ERGE pueden prevenirse con un tratamiento adecuado que incluya medicación y cambios en el estilo de vida. Informarse es la clave, y el Centro Sanford para la Salud Digestiva está aquí para usted.
La acidez crónica y el reflujo ácido
¿Cómo aumenta esto mi riesgo de padecer otras condiciones o enfermedades?
Cuando la exposición repetida al ácido del estómago y otros jugos digestivos puede causar esofagitis, hemorragia y úlceras esofágicas, esófago de Barrett, estenosis y un mayor riesgo de cáncer de esófago.
Cuando un retroceso excesivo del ácido del estómago en el esófago provoca una inflamación dolorosa e irritante, se llama esofagitis. Se produce cuando el ácido del estómago entra repetidamente en contacto con el revestimiento del esófago. El problema puede provocar hemorragias esofágicas o úlceras y cicatrices.
Otra afección grave que puede producirse es el esófago de Barrett, que se desarrolla en algunas personas que padecen ERGE crónica. En esta afección, el daño en el revestimiento del esófago -por ejemplo, por el reflujo ácido- puede causar cambios anormales en las células de la zona. Las personas con esófago de Barrett pueden correr el riesgo de desarrollar cáncer de esófago.
Ocasionalmente, cuando el esófago está dañado, pueden producirse cicatrices. Las cicatrices y crean un estrechamiento del esófago, denominado estenosis. Estas estenosis pueden interferir en la alimentación y la bebida al impedir que los alimentos y los líquidos lleguen al estómago.
El cáncer de esófago también puede derivarse de la enfermedad de reflujo ácido. Otros factores de riesgo son el tabaquismo, el consumo de alcohol y el sobrepeso.
El cáncer de esófago se divide en dos tipos principales:
- Carcinoma de células escamosas: este tipo de cáncer comienza en las células que recubren el esófago y puede afectar a cualquier parte del mismo.
- Adenocarcinoma: Este tipo de cáncer se desarrolla en las células de la glándula y suele encontrarse en la parte inferior del esófago.
En sus primeras fases, el cáncer de esófago no suele presentar síntomas. La dificultad para tragar y la pérdida de peso son los síntomas más comunes a medida que el cáncer crece. La abertura del esófago se estrecha, lo que dificulta o hace dolorosa la deglución.
¿Se puede prevenir el reflujo ácido crónico y el reflujo gastroesofágico?
El equipo de gastroenterología del Centro Sanford para la Salud Digestiva, formado por especialistas y certificado por la junta, ofrece atención especializada, diagnóstico y tratamiento de los síntomas y las afecciones que pueda padecer. Con el equipo más grande y experimentado de la región, proporcionamos servicios que no tienen parangón en esta región.