Razón y significado


Philip Larkin (1922 – 1985)

Pensaba en la influencia de los padres, vivos o muertos, en sus hijos adultos. No cabe duda de que el impacto es importante, y el destino reparte su mano al azar en estos asuntos. Pero, ¿hasta qué punto podemos superar la influencia de los padres? No lo sé. Pero Philip Larkin escribió el poema más deprimente que he leído sobre los padres.

Este es el verso

Tu padre y tu madre te joden.
Puede que no lo hagan a propósito, pero lo hacen.
Te llenan de los defectos que tuvieron
Y añaden algunos extra, sólo para ti.

Pero fueron jodidos a su vez
Por tontos con sombreros y abrigos de estilo antiguo,
Que la mitad de las veces estaban sensibleros
Y la otra mitad en la garganta del otro.

El hombre entrega la miseria al hombre.
Se profundiza como un estante costero.
Salga lo antes posible,
Y no tenga hijos usted mismo.

No me gusta este poema, y no porque me dé miedo enfrentarme al lado nihilista de la vida humana. (Como cualquiera que lea este blog puede atestiguar.) La primera estrofa acusa, ok. La segunda excusa, bien. Pero la tercera es profundamente problemática.

En primer lugar, si la miseria se profundiza por necesidad, lo cual está claramente implícito, entonces vivimos en un universo fatalista donde todos nuestros esfuerzos son inútiles. Además, en ese universo, el hecho de que nos quedemos sin hijos o nos suicidemos también estaría determinado por el destino, y no tendría sentido abogar por ninguno de los dos. Al fin y al cabo, cualquier cosa que se haga estará determinada por el destino. Por tales razones, el fatalismo tiene pocos defensores entre los filósofos.

En segundo lugar, si la miseria no se profundiza por necesidad, entonces tenemos la oportunidad de rectificarla. Seguramente esta es una solución mejor que el suicidio o la falta de hijos. Puede que Larkin crea que es mejor que no hayamos nacido nunca, pero esto no se desprende de un determinismo blando ni de un compatibilismo (la idea de que el libre albedrío y el determinismo pueden conciliarse). El hecho de que la vida sea menos que perfecta, no implica que no merezca la pena vivirla.

En mi próximo post, consideraré otro poema que es más positivo sobre la posibilidad de superar las circunstancias.

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