Antecedentes: Los médicos involucrados en el cuidado de los jugadores de béisbol han observado cambios en la amplitud de movimiento del codo en los lanzadores. Los datos objetivos con respecto a la magnitud de estos cambios rara vez se han documentado.
Hipótesis: Las diferencias en la amplitud de movimiento del codo dominante y no dominante son comunes en los lanzadores de béisbol, y estas diferencias están relacionadas con la edad del jugador, la cantidad y la duración del lanzamiento profesional, y los antecedentes de procedimientos quirúrgicos en la extremidad dominante.
Diseño del estudio: Estudio transversal; Nivel de evidencia, 4.
Métodos: Treinta y tres lanzadores profesionales fueron evaluados para el rango de movimiento del codo durante el examen físico de pretemporada de los entrenamientos de primavera. Se midió la amplitud de movimiento del codo dominante y no dominante, incluyendo la flexión, extensión, supinación y pronación, con un goniómetro. Se compararon las medidas de la amplitud de movimiento de los lados dominante y no dominante. Se revisaron los registros de béisbol en cuanto a la dominancia del brazo, la edad, los años de lanzamiento profesional, las entradas profesionales lanzadas y los antecedentes de cirugía de codo. Se evaluaron estos factores para su posible asociación con la amplitud de movimiento para cada lado y la diferencia entre lados.
Resultados: Se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los lados dominante y no dominante para la extensión del codo (el dominante disminuyó 7,9 grados +/- 7,4 grados, P < .0001), la flexión (el dominante disminuyó 5,5 grados +/- 7,8 grados, P = .0003) y el arco total de flexión-extensión (el dominante disminuyó 13,3 grados +/- 13,7 grados, P < .0001). No se encontraron diferencias significativas entre los lados para las medidas de supinación o pronación. No se observó ninguna correlación entre la edad, el historial de lanzamientos, la cirugía o la dominancia del brazo y las diferencias de movimiento.
Conclusión: Los lanzadores profesionales demuestran diferencias de flexión y extensión del codo entre los codos dominantes y no dominantes. No se encontró correlación entre las diferencias de movimiento y la edad, el historial de lanzamientos, la cirugía o la dominancia del brazo.