En el Apocalipsis de San Juan (Libro del Apocalipsis), el arcángel Miguel, tras vencer a los ángeles rebeldes, mata al dragón, encarnación alegórica del mal, y lo arroja a la tierra. En esta representación, Rafael enriqueció la representación tradicional de la escena con escenas auxiliares inspiradas en el Infierno de la Divina Comedia, en el que Dante relata el castigo de los hipócritas y los ladrones.
Con la gracia de un bailarín de ballet, el joven San Miguel hace piruetas con la espada en alto mientras pisotea a la horrible bestia en un paisaje sombrío con la silueta de una ciudad en llamas en la distancia. La influencia de Leonardo -cuyos guerreros combatientes de la Batalla de Anghiari proporcionaron un extraordinario ejemplo de arte marcial (el cuadro se deterioró muy rápidamente debido a las deficiencias de la técnica experimental de Leonardo, por lo que ya no es visible)- predomina en estas obras. Pero las referencias a la pintura flamenca sugieren el ambiente de Urbino, donde las influencias norteñas eran todavía muy vivas.