El final de la vida es un momento confuso tanto para los pacientes como para sus familias. Todos entendemos que el final de la vida significa la fase final de la vida, pero a menudo no sabemos lo que implica esta fase. Las responsabilidades del cuidador principal se verán alteradas significativamente a medida que el estado del paciente siga empeorando.
Los profesionales de los cuidados paliativos pueden ayudar a las familias a comprender mejor el proceso de la muerte y, lo que es más importante, pueden ayudar a garantizar que el paciente moribundo esté lo más cómodo posible. Este artículo proporcionará a los cuidadores información útil, como una visión general de los signos de la proximidad de la muerte, cómo proporcionar una mejor atención, cuándo pedir ayuda y qué esperar inmediatamente después de la muerte.
Signos y síntomas de la proximidad de la muerte
El proceso de la muerte puede variar según el individuo, pero hay varios signos y síntomas que muchos pacientes moribundos muestran cuando se acercan a la muerte. Conocer ciertos signos y síntomas puede ayudar a los cuidadores y a las familias de un paciente moribundo a prepararse mejor tanto emocional como organizativamente. Siempre se recomienda que el cuidador principal de un paciente hable del proceso de la muerte con el equipo de apoyo del hospicio para obtener una información más completa. Sin embargo, a continuación se ofrece una visión general de los signos que indican que un paciente puede estar entrando en las últimas semanas de vida:
- Aumento de la debilidad y/o el agotamiento.
- Aumento de la necesidad de dormir, teniendo que pasar la mayor parte del día en la cama/descansando.
- Disminución significativa del apetito o ausencia del mismo.
- Dificultad para comer o tragar líquidos.
- Disminución de la capacidad del paciente para comunicarse y/o concentrarse.
- Desinterés general por las cosas que solían interesarle; un fuerte sentimiento de apatía.
- Deseo de tener cerca sólo a un pequeño número de ciertas personas y limitar el tiempo con las visitas.
A medida que el proceso de muerte continúa, el paciente mostrará ciertos síntomas físicos, especialmente durante los últimos días de vida. Una vez más, se recomienda que las familias y los cuidadores hablen sobre el proceso de la muerte con el médico que atiende al paciente o con el equipo de cuidados paliativos para tener un conocimiento más profundo de lo que se debe buscar. Dicho esto, he aquí un resumen general de los signos y síntomas que indican que un paciente puede estar entrando en los últimos días de vida:
- Respiración lenta, a menudo con pausas más largas entre cada respiración.
- Respiración ruidosa/congestionada. Este tipo de respiración puede ir acompañada de un sonido de gorgoteo o traqueteo causado por la incapacidad del paciente de eliminar cualquier líquido de la garganta. Aunque este síntoma puede asustar al cuidador y a la familia, es importante recordar que el paciente moribundo no es consciente de que se están produciendo estos sonidos.
- La piel se enfría y a veces adquiere un tono azulado, más notablemente en las manos y los pies.
- Sequedad general de la boca y los labios.
- Disminución de la cantidad de orina que se expulsa.
- Pérdida de control de la vejiga y los intestinos.
- Movimientos involuntarios que pueden ser repetitivos o dar la ilusión de inquietud.
- Fuerte sensación de confusión con respecto a la hora, el lugar y la identificación de las personas.
- Alucinaciones – el paciente expresa que puede ver y/o oír a personas o cosas que no están ahí. Estas alucinaciones son comunes y a menudo siguen temas como viajar/prepararse para viajar o; ser saludado o recibido por otros individuos que ya han pasado.
- Ser menos sensible al tacto o al sonido; alternar con más frecuencia dentro y fuera de la conciencia.
Es importante recordar que el paso de cada individuo será diferente. Los síntomas que se produzcan y el orden de los mismos pueden variar. Lo mejor que pueden hacer los cuidadores y las familias es proporcionar los mejores cuidados que puedan mientras se producen estos signos y síntomas durante las últimas semanas y días de vida.
Proporcionar cuidados y consuelo
Los familiares deben recordar que la muerte es un proceso natural que se producirá en su propia línea de tiempo. Sin embargo, hay algunas medidas que los cuidadores y las familias pueden tomar para hacer que el entorno de un paciente moribundo sea más tranquilo. Dado que las necesidades del paciente varían, su equipo de cuidados paliativos le ayudará a aconsejarle sobre las medidas específicas que debe tomar para mejorar el nivel de confort del paciente. A continuación se ofrece un resumen de las posibles medidas que los cuidadores y las familias pueden tomar para que el paciente esté más cómodo:
- Utilice acolchados blandos, como espuma, para que las camas y las sillas sean más cómodas para el paciente.
- Según las recomendaciones del equipo médico, ayude al paciente a cambiar de posición.
- Cambie con frecuencia las sábanas de la cama (tan a menudo como sea necesario).
- Para ayudar a la respiración, eleve la cabeza del paciente (si le resulta cómodo) o; ayúdele a tumbarse de lado.
- Ayude a mantener el calor del paciente utilizando mantas, frotando suavemente sus manos y pies, o sumergiendo las manos y los pies en agua caliente (si lo recomienda el equipo médico).
- Evitar el uso de dispositivos de calefacción eléctrica, como mantas eléctricas, ya que pueden causar irritación y/o quemaduras en la piel del paciente.
- Cuando se comunique con el paciente, utilice una voz clara y tranquila. Proporcionar al paciente recordatorios sobre la fecha, la hora, el lugar y las personas que están presentes puede aliviar su confusión. Hay que tener en cuenta que estos recordatorios pueden no beneficiar a todos los pacientes.
- Si el paciente se retrae completamente, exprese refuerzos de apoyo que no requieran ninguna respuesta. Frases tranquilizadoras como «todo está bien» u otras afirmaciones positivas recomendadas por su equipo de cuidados paliativos ayudarán a crear un ambiente de calma y tranquilidad.
- Si el paciente puede tragar, ayude a mantener los labios y la boca húmedos ofreciéndole pequeños sorbos de líquido con una pajita o una cuchara. Existen ciertos bastoncillos y bálsamos labiales que también pueden utilizarse para combatir la sequedad de la boca y los labios.
- Esté presente. Ayudar a aliviar la soledad es un consuelo inestimable para un paciente moribundo. El simple hecho de sentarse y tocar suavemente al paciente puede ayudar a que se sienta más tranquilo.
Ayudar a aliviar el dolor
Será muy difícil para un paciente permanecer tranquilo y calmado si está experimentando un dolor intenso. Un tratamiento eficaz del dolor es esencial para los pacientes que sufren una enfermedad. Los profesionales de los cuidados paliativos están capacitados para proporcionar asistencia en el manejo del dolor durante el final de la vida. El control del dolor es un punto crítico de los profesionales de los cuidados paliativos, que tomarán todas las medidas razonables necesarias para proporcionar al paciente un alivio del dolor.
Cuándo pedir ayuda
Cuando se cuida a un paciente moribundo en casa, es importante saber cuándo llamar y pedir ayuda. La comunicación abierta con el médico del paciente y el equipo de cuidados paliativos permitirá que el paciente reciba los mejores cuidados posibles. Hemos incluido varios escenarios diferentes que requerirían la intervención del equipo de atención médica o de cuidados paliativos del paciente. Por favor, recuerde que esta lista no es en absoluto exhaustiva, por lo que la comunicación clara y abierta con los profesionales médicos es vital:
- El paciente tiene un dolor persistente que se ha vuelto difícil de manejar o aliviar.
- El paciente ya no es capaz de tomar los medicamentos según lo prescrito.
- El paciente demuestra ciertos signos de angustia como tener dolor, dificultad para respirar y agitación severa.
- El paciente ha sufrido un cambio brusco de consciencia, ha perdido la capacidad de respuesta o ha sufrido una convulsión.
- El cuidador está demasiado abrumado por las condiciones y necesidades del paciente y necesita ayuda.
¿Qué ocurre inmediatamente después de la muerte?
Cuando se produce la muerte, los músculos del paciente se relajan, su respiración se detiene por completo, su corazón deja de latir y no tiene pulso. Es imposible predecir cómo reaccionará un cuidador o la familia ante la muerte de un ser querido. Es común y normal que los cuidadores tengan una sensación de shock tras la muerte de su ser querido.
Los cuidadores están obligados a notificar la muerte del paciente a su equipo de apoyo y al médico que lo atiende. Aunque hay que notificar a los profesionales médicos, una muerte natural no se considera una emergencia. Esto significa que los cuidadores y las familias pueden decidir pasar algún tiempo para sentarse en paz con su ser querido o entre ellos antes de notificar a nadie. Esta decisión sólo puede tomarla la familia del paciente.
Harbor Light Hospice está preparado para apoyarle
El final de la vida es un momento confuso y emocionalmente desafiante para los pacientes y sus familias. Aunque el final de la vida es natural, esto no hace que el proceso sea menos intimidante. Los pacientes y sus familias deben recordar que hay apoyo disponible. Los profesionales de cuidados paliativos pueden ayudar a guiar a los pacientes y a sus familias a través de este proceso y, lo que es más importante, asegurar que el paciente pueda pasar el tiempo que le queda en paz y con comodidad.
Para saber más sobre cómo los cuidados paliativos pueden apoyar a su familia, póngase en contacto con Harbor Light Hospice por teléfono o envíenos un mensaje en línea hoy mismo.