¿Qué es lo normal en el desarrollo del habla de los niños pequeños?
Todos los niños progresan verbalmente a ritmos diferentes, pero la mayoría dice algo a los 18 meses, ¡aunque las palabras no sean muy descifrables! Hay algunas cosas que vale la pena señalar:
*Los niños tienden a desarrollarse un poco más tarde que las niñas.
*Los niños que se comunican con sonidos y acciones no verbales y que te entienden claramente suelen estar bien.
*Más de la mitad de los casos de retraso del lenguaje en niños menores de 3 años se resuelven por sí solos.
*Los niños con hermanos mucho mayores suelen hablar más tarde – ¡porque hay alguien que habla por ellos!
Aunque el mensaje general es que no hay que preocuparse, las dificultades del habla van en aumento. Los problemas de comunicación verbal son ahora el trastorno del desarrollo más común en los niños y afectan a entre el 14% y el 20% de los preescolares. El National Literacy Trust -que dirige la campaña Habla con tu bebé- afirma que la mayoría de los directores de guarderías y colegios creen que la competencia lingüística de los niños de 3 años ha disminuido en los últimos años.
El aumento se debe en gran medida a tres factores:
*Los niños ven la televisión sin supervisión durante más horas.
*Las sillas de paseo modernas, que suelen estar orientadas hacia el niño en dirección contraria a la de los padres, por lo que no hay contacto visual y hay pocas oportunidades de conversación.
*Los padres ocupados se adelantan a las necesidades o respuestas de sus hijos; por ejemplo, hacen preguntas retóricas como «quieres zumo en lugar de leche, ¿no?», que sólo requieren una respuesta de una palabra por parte del niño.
Estas causas y otras relacionadas con el comportamiento son responsables de alrededor del 60% de los casos de retraso del lenguaje, pero en el 40% restante la razón puede ser más profunda. Sin embargo, sólo uno de cada 10 niños sufre un retraso en el habla debido a un problema físico o de desarrollo significativo.
Estos pueden incluir:
*Pérdida de audición adquirida (como resultado de una infección, enfermedad o lesión).
*Una dificultad de aprendizaje como la dislexia, el autismo.
*Apraxia infantil del habla (un trastorno del sistema nervioso).
*Alguna forma de deficiencia neuronal.
En estos casos, la detección e intervención tempranas son cruciales para que su hijo pueda evitar mayores problemas sociales y emocionales.
Obtener ayuda si te preocupa el desarrollo del habla de tu hijo
Hay muchas cosas que el servicio de salud puede hacer para ayudar si les notificas tus preocupaciones.
En primer lugar, hable con su visitador médico, pero si su hijo tiene menos de 2 años, no se sorprenda si le dicen que el retraso del lenguaje es normal.
Si se considera que el problema de su hijo merece una investigación más profunda, le remitirán para que reciba ayuda clínica. Probablemente habrá una lista de espera y, si el problema de su hijo se resuelve, siempre podrá retirarse de ella.
Si sigue adelante con el tratamiento, el equipo sanitario probablemente incluirá un médico de cabecera, un logopeda, un audiólogo, un psicólogo, un terapeuta ocupacional y un trabajador social.
Probablemente se realicen pruebas para determinar la gravedad de la situación, así como la causa subyacente. Su hijo debe ser tratado de forma individual, ayudándole a encontrar estrategias para entender el lenguaje y comunicarse, aunque eso no incluya la palabra hablada. El éxito del tratamiento depende de la gravedad y la naturaleza del problema. Pero cuanto antes se diagnostique el problema, mejor.
Ayudar a tu hijo a aprender a hablar
Independientemente de que el retraso del habla de tu hijo se deba a causas ambientales o físicas, hay muchas cosas que puedes hacer en casa o cuando salgas para estimular su desarrollo:
*Pasa todo el tiempo posible hablando, leyendo y cantando con tu hijo. Además de aumentar su vocabulario, esto incrementará su confianza, que es una parte crucial de la comunicación.
*Mantenga el tiempo de televisión al mínimo. Incluso los llamados programas «educativos» privan a su hijo del juego verbal interactivo y hacen que la comunicación sea unidireccional.
*Si su hijo tiene rabietas causadas por la frustración de sus limitadas capacidades comunicativas, sea comprensivo y hable con él sobre lo que quiere o intenta decir.
*Cante canciones, para usted y para su hijo, que pronto se unirá a ellas. Cantar es un excelente estímulo para hablar, especialmente si incluye rimas, repeticiones y acciones.
*Aplaude los intentos de tu hijo por hablar, aunque sea a tientas, para desarrollar su confianza verbal.
*Comenta lo que estás haciendo, aunque sólo sea fregar los platos.
*Lee libros: lleva uno en el bolso cada vez que salgas, para los momentos de tranquilidad en la cafetería, esperando en la puerta del colegio o en el autobús.
*Hacer sonidos al jugar, como «choo choo» al jugar con un tren.
Para más información
*Visitar I CAN – ofrece una combinación de terapia especializada y educación para niños con discapacidades de comunicación.
*Visita Afasic (Association for All Speech Impaired Children) o llama al teléfono de ayuda 0845 355 5577.
Historias de madres
Jules Murray, de 32 años, se dio cuenta de que su hija de 4 años, Grace, tenía un problema de habla cuando tenía 2 años.
«A los 18 meses, Grace empezó a intentar hablar, utilizando frases en lugar de palabras, que parecían tonterías. Es desgarrador ver a Grace destrozada por no poder hablar. Los de fuera piensan que es traviesa, pero simplemente está desesperada por comunicarse y se derrumba cuando no puede.
«A los dos años y medio, yo misma envié a Grace a terapia del habla. Todavía estamos esperando un diagnóstico concreto y con periodos de hasta seis meses entre las citas, puede ser increíblemente frustrante».
Natalie Reid, de 35 años, es madre de Morgan, de 13 años, Isabella, de 10, y Mabel, de 2.
«Cuando Isabella tenía 2 años, gruñía, señalaba y sólo decía ‘mamá’. La gente me preguntaba si le leía y le hablaba lo suficiente, haciéndome sentir que era culpa mía. Cuando empezó a ir a la guardería, me preocupé. Tenía visiones de que se mojaba porque el personal no sabía que necesitaba ir al baño.
«Después de un mes en la guardería, las cosas empezaron a cambiar drásticamente. Isabella empezó a utilizar más palabras sueltas, y a los 3 años pasó a las frases. A los 4, estaba en la misma fase que sus compañeros. El problema se había rectificado por completo. Así que, aunque Mabel aún no habla, no me preocupa en absoluto».