Qué es una deformidad de las extremidades?

Algunas de las condiciones que pueden causar deformidades de las extremidades incluyen:

Discrepancias en la longitud de las extremidades
Piernas que varían en longitud. Esta afección puede ser congénita o estar causada por una lesión traumática en el cartílago de crecimiento del hueso, lo que provoca una detención del crecimiento en la extremidad afectada.

Lesión traumática
La causa típica es un traumatismo de alta energía, como un accidente de coche o de moto, en el que los huesos no se curan completamente (no unión) o se curan en una posición anatómica incorrecta (malunión).

Piernas en arco
Condición en la que una curva hacia fuera de una o ambas piernas da lugar a un espacio notable entre las piernas en las rodillas. Las causas típicas incluyen trastornos como la enfermedad de Blount, el raquitismo, la insuficiencia renal, la infección, las anomalías del desarrollo y la acondroplasia, una forma de enanismo.

Rodillas arqueadas
Puede estar causada por una serie de afecciones diferentes, como enfermedades metabólicas, insuficiencia renal, traumatismos e infecciones. También puede ser idiopática, es decir, sin causa conocida.

Neurofibromatosis
Trastorno genético caracterizado por tumores, o neurofibromas, que crecen en el sistema nervioso y bajo la piel. Los individuos con esta afección desarrollan con frecuencia problemas ortopédicos y son susceptibles de padecer displasia tibial, que es un fallo en el desarrollo adecuado de la tibia.

Infecciones de los huesos y tumores
Estas afecciones pueden requerir cirugía para eliminar el hueso afectado, lo que da lugar a una deformidad ósea adquirida.

Osteogénesis imperfecta
Condición que causa huesos extremadamente frágiles. Como resultado de las frecuentes roturas, puede ser necesaria la cirugía para corregir cualquier deformidad que interfiera con la capacidad de la persona para moverse o caminar.

¿Cómo puede afectarme una deformidad de las extremidades?

Las deformidades óseas se producen con mayor frecuencia en la tibia (hueso de la parte inferior de la pierna), el fémur (hueso del muslo) y el tobillo. Las deformidades de las extremidades pueden afectar a los pacientes causándoles dolor, restringiendo su movilidad y causando problemas estéticos. Dado que las deformidades también pueden afectar a la alineación de las articulaciones, una deformidad no tratada puede dar lugar a problemas musculoesqueléticos, como artritis o dolor de espalda, e impedir potencialmente que los pacientes participen en las actividades que les gustan.