La intoxicación es un estado transitorio que sigue a la administración de alcohol o de una sustancia psicoactiva y que da lugar a alteraciones del nivel de conciencia, de la cognición, de la percepción, del juicio, del afecto o del comportamiento, o de otras funciones y respuestas psicofisiológicas.
Las alteraciones están relacionadas con los efectos farmacológicos agudos de la sustancia y con las respuestas aprendidas a la misma. Se resuelven con el tiempo con una recuperación completa, excepto cuando se han producido daños en los tejidos u otras complicaciones.
El término se utiliza más comúnmente con respecto al consumo de alcohol: su equivalente en el lenguaje cotidiano es «embriaguez». La intoxicación por alcohol se manifiesta por signos tales como enrojecimiento facial, dificultad para hablar, marcha inestable, euforia, aumento de la actividad, volubilidad, conducta desordenada, reacciones lentas, alteración del juicio e incoordinación motora, insensibilidad o estupefacción.
La intoxicación depende en gran medida del tipo y la dosis de la droga y está influida por el nivel de tolerancia del individuo y otros factores. Con frecuencia, se toma una droga para alcanzar un grado de intoxicación deseado. La expresión conductual de un determinado nivel de intoxicación está fuertemente influenciada por las expectativas culturales y personales sobre los efectos de la droga.
La intoxicación aguda suele estar estrechamente relacionada con los niveles de dosis. Las excepciones a esto pueden ocurrir en individuos con ciertas condiciones orgánicas subyacentes (por ejemplo, insuficiencia renal o hepática) en los que pequeñas dosis de una sustancia pueden producir un efecto intoxicante desproporcionadamente grave. También debe tenerse en cuenta la desinhibición debida al contexto social.
La intoxicación aguda es un fenómeno transitorio. La intensidad de la intoxicación disminuye con el tiempo, y los efectos acaban desapareciendo en ausencia de un nuevo uso de la sustancia. La recuperación es completa, excepto cuando se han producido daños en los tejidos u otra complicación.
Organización Mundial de la Salud. Manejo del abuso de sustancias. Internet. Consultado el 20 de enero de 2016.