Q. Leí en alguna parte una teoría que dice que después de la muerte volvemos a vivir nuestras vidas para ver los pecados que cometimos, las personas a las que hicimos daño y ese impacto en los demás. A mi avanzada edad, recuerdo constantemente varios momentos de mi vida en los que hice daño a otras personas (de forma no delictiva ni ilegal); algunos de los recuerdos son demasiado dolorosos para recordarlos (por ejemplo, el suicidio de mi hijo). ¿Es posible experimentar nuestro purgatorio estando aún aquí en la tierra?
A. Por favor, sepa que su hijo siempre ha estado en las manos amorosas de Dios. También usted lo está. La alegría es el don natural de Dios; podríamos decir que Satanás, en cambio, tiene el monopolio del desánimo, utilizándolo al máximo. Sí, es posible experimentar el purgatorio en la tierra, no necesariamente eliminar «más» purgatorio después de la muerte. En cuanto a la teoría que mencionas, sólo podemos vivir una vez; eso es lo que hace que las decisiones de cada día sean tan significativas.
Sin embargo, en años posteriores podemos llegar a apreciar más plenamente el efecto de nuestras acciones en otras personas y cómo sus acciones han influido en nuestras vidas -positiva o negativamente-. A veces podemos reparar directamente parte del daño que hemos hecho. Otras veces, podemos permitir que esa experiencia nos convierta en personas más compasivas o generosas.
Debajo de la enseñanza de la Iglesia Católica sobre el purgatorio está su convicción de que no todos los que van a ir al cielo están necesariamente preparados para estar con Dios. Sin una limpieza posterior de algún tipo, estar continuamente en la presencia de Dios podría ser más frustrante que consolador, porque la persona aún no ha aceptado por completo los caminos de Dios y el modo en que éstos repercuten en nuestro trato con otras personas.