Tal vez te preguntes por qué tanto alboroto con los tocadores. ¿Qué son y por qué necesitas uno? Resulta que no son un invento nuevo, simplemente una forma elegante de ver una comodidad antigua en tu hogar.
Un tocador es un segundo cuarto de baño más pequeño, normalmente situado junto a la sala de estar y sin ducha o bañera incluida en el espacio – esencialmente un aseo y un tocador para visitas rápidas y retoques – como lo usarías en el teatro o en un restaurante.
Perfecto para evitar las colas en el baño en una casa ocupada, los invitados también pueden usar un cuarto de baño sin tener que recorrer toda la casa – lo que significa que vale la pena tenerlo bonito en todo momento, y darle un poco de amor a la decoración.
De la misma manera que se puede saber mucho de un restaurante por sus salas de descanso, a menudo olvidadas en términos de decoración, su tocador es un espacio que sus invitados recordarán más que otros -buenos o malos- por lo que es importante darle la atención adecuada.
3 consejos para un tocador perfecto
Diviértete con él
Aventúrate en la decoración con papel pintado, una grifería llamativa, generosos espejos y una fabulosa luminaria. En este pequeño espacio puedes permitirte derrochar un poco.
Añade toques personales
Una planta en maceta, una vela, un bonito plato para colocar los anillos mientras te lavas las manos y tus mejores toallas son elementos esenciales para añadir un poco de lujo y hacer que tu tocador brille.
Dale una atención constante
Mantén a mano una reserva de paños y productos de limpieza en tu tocador. Los invitados a su casa lo visitarán casi con toda seguridad y, al ser una habitación tan pequeña, basta con cepillar, enjuagar y limpiar para que la impresión sea encantadora y duradera.