La homeopatía combate la enfermedad por coronavirus (Covid-19) | Savage Rose

Resultados y discusión

La homeopatía es un método terapéutico natural y una ciencia experimental. Aprovecha una propiedad principal de la naturaleza, la de la autosimilitud en un cambio de escala. El término autosimilitud se utiliza para mostrar que la similitud entre la enfermedad y las sustancias que en las mismas condiciones presentan un comportamiento similar debe ser plena y conducir a una identidad matemática.

La homeopatía, como método curativo, se basa en la hipocrática ΄΄Similia Similibus Curentur΄΄ ley terapéutica. El médico se basa en la totalidad de los síntomas revelados durante toda la evolución de la infección, y prescribe un producto de solución succionada ultra diluida que ha demostrado curar afecciones similares. Esto es una gran ventaja en este momento mientras la enfermedad Covid-19 está en rápido desarrollo, porque el diagnóstico del producto de solución succionada ultra diluida indicado se basa en los síntomas individuales (si estos son muy característicos) o en la totalidad de los síntomas, y no en la patología.

La medicina establecida tiene que esperar hasta que se encuentre la causa de la patología, mientras que en la homeopatía tenemos en cuenta la respuesta del organismo al factor causante (la totalidad de los síntomas) para iniciar el tratamiento. Por lo tanto, la intervención puede ser inmediata y muy útil para el paciente.

La totalidad de los síntomas de cada paciente se convierten en los signos guía para encontrar el remedio indicado. De esta manera podemos prescribir un producto de solución succionada ultra diluida con la primera manifestación de los síntomas, impidiendo el pleno desarrollo de la patología. No olvidemos que el principio básico es que no hay enfermedades sino pacientes, y que cada paciente es un caso especial. Los medicamentos homeopáticos ultra – altamente diluidos que se utilizan como remedios provienen de la naturaleza (de origen vegetal, animal, mineral nosode, etc.), fabricados de forma natural (trituración, dilución, sucusión) y con un tiempo de conservación infinito. Presentan propiedades de autosimilaridad inversa con casi todas las enfermedades conocidas. Además, como hemos demostrado en nuestros trabajos anteriores, las características físicas -tamaño y granularidad- de las materias primas sólidas de partida para preparar estos productos de solución succionada ultra diluida se ven fuertemente afectadas por la trituración en lactosa, antes de convertirlos en soluciones homeopáticas, y en el paso final de trituración los materiales se transforman en escala micro/nano (Kalliantas et al. 2018; Kalliantas et al. 2017). La validación de la idea hipocrática de que una sustancia que puede causar síntomas a una persona sana también puede curar estos síntomas fue realizada por primera vez por S. Hahnemann con la corteza del árbol de la fiebre peruana. Llamó a este trabajo «drug proving» y fue el primero en sentar las bases de la medicina experimental mucho antes del nacimiento de Claude Bernard (Kalliantas 2008).

Veamos cómo este razonamiento-práctica puede ser representado en un nivel matemático teórico. El valor de esta huella ayuda a la lógica de la documentación-fundamentación que recorre la homeopatía. Sean E y E’ el paciente y el probador (una persona sana en la que se prueba la eficacia de un remedio homeopático) respectivamente.

Paciente E.

A = Operador dinámico de la causa patógena.

χi = Síntoma o síntomas de enfermedad física que corresponden a las alteraciones de la cinética bioquímica del organismo tras la acción de A.

χ0 = la cinética bioquímica normal del organismo.

El término «operador» significa un símbolo que, al ser aplicado a una función, se transforma en otra.

Prover E’.

C = Operador dinámico de la sustancia patógena sometida a examen.

xι′ = Síntoma o síntomas del proverbio que corresponden a alteraciones de la cinética bioquímica del organismo tras la acción de C.

χ0′ = la cinética bioquímica normal del prover.

De acuerdo con el enunciado anterior, el paciente, antes de enfermar, estaba sano, y una causa patógena tuvo efecto sobre él. La acción de A sobre E nos da síntomas. Por lo tanto, podría decirse que el síntoma o los síntomas son el resultado de la acción A y su desarrollo sobre x0 de E. Entonces, podría considerarse que:

xi=Ax0.
1

Aquí puede considerarse que A transforma x0 en xi (metabolismo alterado). Del mismo modo, si xι′ es el mismo síntoma o síntomas en el prover como los del paciente, entonces esto es un resultado de la acción de la C, que es la dinámica de la sustancia patógena bajo examen en χ0′, que es la cinética bioquímica normal del prover.

Entonces tenemos

xi′=Cx0′
2

Aquí se puede considerar de nuevo que C transforma x0′ en xi′. Dado que el paciente y el probador son seres humanos con funciones similares (no hay organismos idénticos), la relación que conecta su cinética bioquímica puede tener lugar con la ayuda de un operador, como B.

Entonces tenemos

xi′=Bxi
3

x0′=Bx0
4

Por tanto

xi′=Cx0′
2

Entonces (3)

⇒1xi′=BAx0
5

De (4)

⇒x0′=Bx0⇒x0=B-1×0′
6

y (5)

⇒xi′=(BAB-1)x0′

y

xi′=Cx0′xi′=(BAB-1)x0′}=>Cx0′=(BAB-1)x0′C=BAB-1

Se puede observar que los «operadores» C y A que representan correspondientemente la dinámica de la sustancia patógena y la dinámica del factor patógeno están interrelacionados con una transformación afín.

El operador B se utiliza para conectar dos cinéticas bioquímicas, la del paciente y la del promotor, en una relación de igualdad. También se puede observar que en la ecuación de los operadores C = BAB-1, B se presenta como el producto de sí mismo con su opuesto.

La homeopatía es un sistema terapéutico individualizado, por lo que no existe la posibilidad de que un remedio cure todos los casos de una patología concreta. Sin embargo, a partir de los síntomas antes mencionados, tanto respiratorios como sistémicos, los médicos homeópatas profesionales podrían utilizar productos homeopáticos de solución succionada muy diluida en las primeras etapas de la patología, como Aconitum napellus o Arcenicum Album o Eupatorium perfoliatum o Gelsemium o Ipecacuana, en las etapas posteriores Bryonia o Phosphorus como medicamentos principales, y en las etapas finales Antimonium Tartaricum o Baptisia o Camphor Officinalis. (Vithoulkas 1997; Ghegas 2000; Allen 1995; Boericke 1990; Schroyens 1993). Todas las dosis del producto de la solución ultra diluida pueden administrarse a los pacientes en potencias de 200c o 1 M sin utilizar ningún otro medicamento.