El embarazo abdominal es poco frecuente pero puede suponer ciertos riesgos para la salud cuando se produce. El embarazo abdominal es una forma de embarazo ectópico (en el que el embrión no está unido al útero). Los síntomas de un embarazo abdominal y de un embarazo uterino normal no varían mucho, pero es importante identificar los detalles para poder diagnosticarlo.

¿Qué es el embarazo abdominal?

Un embarazo abdominal se produce cuando un óvulo fecundado se implanta en los tejidos o en un órgano del abdomen de la mujer. Esta condición es extremadamente rara pero puede poseer muchos riesgos para la salud si ocurre.

Embarazo abdominal primario

La fijación primaria del embrión es cuando el embrión se fija y se implanta directamente en el abdomen. La posibilidad de que esto ocurra es extremadamente rara.

Embarazo abdominal secundario

El embarazo abdominal secundario es cuando el feto comienza a crecer en los ovarios o en la trompa de Falopio, pero debido a una pequeña rotura, el embrión se implanta en la cavidad abdominal. En el embarazo en la cavidad abdominal, el dolor que experimenta la mujer es similar al del embarazo tubárico. Si el feto sigue creciendo, los dolores abdominales comienzan después de las 26-28 semanas de embarazo.

La trompa de Falopio puede romperse en el primer trimestre del embarazo. La piel se vuelve pálida debido a la hemorragia resultante que se acumula en la cavidad abdominal.

¿Cuáles son los síntomas del embarazo abdominal?

Una mujer que tiene un embarazo abdominal tendrá los mismos síntomas y signos que experimentan las mujeres embarazadas en general.

• Sensibilidad en los senos
• Náuseas y vómitos (ocasionalmente)
• Fatiga
• Dolor abdominal y sangrado vaginal

El sangrado vaginal y el dolor abdominal deben ser revisados por un médico ya que no es normal.

¿Cómo se diagnostica el embarazo abdominal?

Hasta la última etapa, muchos embarazos abdominales no se diagnostican. El médico puede sospechar que se trata de un embarazo abdominal cuando la mujer refiere dolor cuando el feto se mueve, o si el feto en crecimiento no se encuentra en el lugar adecuado del cuerpo de la mujer.

Esta condición también puede ser indicada por los análisis de sangre que miden los niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG) si los niveles de la hormona no están aumentando normalmente como debería ser cuando el embarazo progresa.

Usualmente, un embarazo abdominal se diagnostica a través de una ecografía. Para crear imágenes de las estructuras internas, la ecografía utiliza ondas sonoras. La localización del saco gestacional se confirma mediante la ecografía. En algunos casos también se utiliza la laparoscopia para confirmar el diagnóstico, que consiste en la inserción de un instrumento muy pequeño en el abdomen.

¿Cuáles son los riesgos del embarazo abdominal?

Un embarazo ectópico puede ser peligroso para la madre y el niño. En caso de embarazo abdominal pueden ocurrir las siguientes cosas:

Sangrado interno abundante

Si la placenta se desprende del tejido o del órgano abdominal al que estaba unida, la mujer embarazada puede experimentar un sangrado interno abundante. Esto podría provocar un resultado grave si la madre no recibe un diagnóstico y un tratamiento oportunos.

Suministro inadecuado de nutrientes

En el caso de un embarazo abdominal, el feto puede no recibir suficientes nutrientes y sangre para su correcto crecimiento. Además, el feto puede no estar protegido por la bolsa amniótica y el líquido que suele tener cuando crece en el útero.

Aumento de los movimientos fetales

En el caso del embarazo abdominal, es probable que los movimientos fetales sean más de lo normal y también muy dolorosos. Además, en las zonas normales del cuerpo, los movimientos fetales no se sentirían. Esto se debe a que el feto se encuentra de lado en el abdomen. También podría estar en posición oblicua en el abdomen.

Depresión

Si hay una pérdida de embarazo, la mujer podría acabar afligida por la pérdida del feto y podría empezar a preocuparse por futuros embarazos.

Tratamiento del embarazo abdominal

Hay algunos casos raros en los que el embarazo abdominal ha dado lugar a nacimientos vivos. Sin embargo, la mayoría de los embarazos abdominales se interrumpen quirúrgica o médicamente. Si el médico detecta un caso de embarazo abdominal a tiempo, se administrará una dosis de metotrexato para poner fin al embarazo abdominal. Se trata de un fármaco que impide la división de las células y es tóxico para la placenta. Cuando el embarazo abdominal se interrumpe mediante una intervención quirúrgica, el cirujano tendrá que tomar ciertas medidas para evitar una hemorragia intensa en el lugar de la implantación. En muchos casos, la placenta se deja en el cuerpo de la madre, y se trata con metotrexato, ya que evita las hemorragias intensas y puede permitir que el cuerpo reabsorba la placenta.

Las causas del embarazo abdominal no se pueden prevenir. También pueden producirse otras complicaciones graves a causa del embarazo abdominal, como los síntomas de obstrucción intestinal, que también pueden causar fiebre alta. Es importante que esta forma de embarazo se detecte lo antes posible.

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