Púrpura

El tipo de tratamiento que le prescribirá su médico depende de la causa de su púrpura. Los adultos diagnosticados con púrpura trombocitopénica leve pueden recuperarse sin ninguna intervención.

Necesitará tratamiento si el trastorno que causa la púrpura no desaparece por sí solo. Los tratamientos incluyen medicamentos y, a veces, una esplenectomía, o cirugía para extirpar el bazo. También es posible que se le pida que deje de tomar medicamentos que alteren la función plaquetaria, como la aspirina, los anticoagulantes y el ibuprofeno.

Corticoesteroides

Su médico puede empezar a administrarle un medicamento corticoesteroide, que puede ayudar a aumentar su recuento de plaquetas al disminuir la actividad de su sistema inmunitario. Por lo general, el recuento de plaquetas tarda entre dos y seis semanas en volver a un nivel seguro. Cuando lo haga, su médico suspenderá el medicamento.

Es importante que hable con su médico sobre los riesgos de tomar corticosteroides durante períodos prolongados. Hacerlo puede causar efectos secundarios graves, como aumento de peso, cataratas y pérdida de masa ósea.

Inmunoglobulina intravenosa

Si su tipo de púrpura está causando hemorragias graves, su médico puede administrarle un medicamento intravenoso llamado inmunoglobulina intravenosa (IGIV). También pueden administrarle IGIV si necesita aumentar rápidamente su recuento de plaquetas antes de una intervención quirúrgica. Este tratamiento suele ser eficaz para aumentar el recuento de plaquetas, pero el efecto suele ser sólo a corto plazo. Puede causar efectos secundarios como dolor de cabeza, náuseas y fiebre.

Otros tratamientos farmacológicos

Los últimos medicamentos utilizados para tratar el bajo recuento de plaquetas en personas con púrpura trombocitopénica inmune (idiopática) crónica (PTI) son romiplostim (Nplate) y eltrombopag (Promacta). Estos medicamentos hacen que la médula ósea produzca más plaquetas, lo que reduce el riesgo de hematomas y hemorragias. Los posibles efectos secundarios incluyen:

  • dolores de cabeza
  • mareos
  • náuseas
  • dolores articulares o musculares
  • vómitos
  • aumento del riesgo de formación de coágulos
  • síndrome de dificultad respiratoria aguda
  • embarazo

Terapia biológica, como el fármaco rituximad (Rituxan), puede ayudar a disminuir la respuesta del sistema inmunitario. Se utiliza sobre todo para tratar a pacientes con púrpura trombocitopénica grave y a pacientes en los que el tratamiento con corticosteroides no es eficaz. Los efectos secundarios pueden ser:

  • presión arterial baja
  • dolor de garganta
  • sarpullido
  • fiebre

Esplenectomía

Si los medicamentos no son eficaces para tratar la púrpura trombocitopénica, su médico puede recomendarle una esplenectomía. La extirpación del bazo es una forma rápida de aumentar el recuento de plaquetas. Esto se debe a que el bazo es la principal parte del cuerpo responsable de la eliminación de las plaquetas.

Sin embargo, las esplenectomías no son eficaces en todas las personas. La cirugía también conlleva riesgos, como un aumento permanente del riesgo de infección. En caso de emergencia, cuando la púrpura provoca una hemorragia extrema, los hospitales realizan transfusiones de concentrados de plaquetas, corticosteroides e inmunoglobulina.

Una vez iniciado el tratamiento, el médico controlará el recuento de plaquetas para determinar si es eficaz o no. Pueden cambiar su tratamiento dependiendo de su eficacia.