Oración para un adolescente
Oración diaria para un adolescente
Padre, perdóname por los errores cometidos por mis propias heridas no resueltas o por mi egoísmo, que pueden haber causado __________ daño. Libero la unción que está sobre Jesús para vendar y sanar nuestros corazones rotos (de padres e hijos). Danos la capacidad de entendernos y perdonarnos unos a otros como Dios nos ha perdonado por amor a Cristo. Gracias por el Espíritu Santo que nos conduce a toda la verdad y corrige las percepciones erróneas sobre situaciones pasadas o presentes.
Padre, según tu Palabra se nos ha dado el ministerio de la reconciliación, y yo libero este ministerio y la palabra de reconciliación en esta situación familiar. Me niego a provocar o irritar o preocupar a mi hijo; no seré duro con él/ella para que no se desanime, sintiéndose inferior y frustrado. No quebrantaré su espíritu, en el nombre de Jesús y por el poder del Espíritu Santo. Padre, perdono a mi hijo/a por las faltas que ha hecho y me pongo en la brecha hasta que entre en razón y escape de la trampa del enemigo (rebelión). Gracias por velar por Tu Palabra para realizarla, convirtiendo y reconciliando el corazón del hijo rebelde con los padres y los corazones de los padres con el hijo. Gracias por devolver a mi hijo a una relación sana contigo y conmigo para que nuestras vidas te glorifiquen. Amén.
Si quieres seguir rezando por nuestros niños y jóvenes, Germaine te sugiere que reces las Oraciones para los niños que se encuentran en la Edición Conmemorativa de Oraciones que valen mucho, o que reces con tu hijo cualquiera de las oraciones del libro Oraciones que valen mucho para los adolescentes.