Séptimo, es imparcial. Los que viven de acuerdo con la sabiduría mundana no pueden ser imparciales porque siempre tratan de complacer a alguien, pero los que viven de acuerdo con la sabiduría de Dios son coherentes, tienen una sola mente y son auténticos.
Ocho, es sincera. Una persona sincera es genuina, sin hipocresía, y no lleva ninguna máscara.
La sabiduría divina es el tipo de sabiduría que proviene del mismo corazón de Dios, que es omnisciente. Al leer y orar continuamente la Palabra de Dios, encontrará que su vida está produciendo pureza, paz, mansedumbre, disposición, misericordia, buenos frutos, imparcialidad y sinceridad, y así sabrá que la Palabra de Dios está echando raíces.
Oración: Señor, gracias por responder a mis oraciones por la sabiduría dándomela generosamente. Al pasar tiempo estudiando Tu Palabra y escuchando Tu voz, sé que estas cosas comenzarán a echar raíces en mí. Ayúdame a priorizar ese tiempo contigo. Ruego en el nombre de Jesús. Amén.
«Pero la sabiduría que viene del cielo es, ante todo, pura; luego, pacífica, considerada, sumisa, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sincera» (Santiago 3:17).