En una relación terapéutica, el éxito potencial de cualquier sesión de asesoramiento de salud mental depende del nivel de confianza y comodidad entre el cliente y el terapeuta. Para obtener los mejores resultados, la terapia debe tener lugar en un entorno lo más seguro posible para crear una atmósfera propicia para compartir y sanar. Por esta razón, muchos terapeutas dedican gran parte de su tiempo y recursos a mejorar el espacio de su consultorio, proporcionando asientos cómodos, una atmósfera cálida y acogedora, y una decoración acogedora para garantizar que todo el mundo, independientemente de sus gustos o antecedentes personales, se sienta a gusto.
Sin embargo, aunque un terapeuta dedique tiempo y dinero a personalizar el espacio del consultorio, para el cliente nunca se siente tan seguro y cómodo como su propio entorno doméstico. Esta es una de las ventajas de la terapia en casa. Permite a los pacientes la oportunidad de sentir el máximo nivel de comodidad y facilidad en su entorno, ya que están en su propio espacio – su «refugio seguro» – durante toda la sesión.
Terapia basada en el hogar: ¿Qué es?
Para aquellos que no pueden o no quieren buscar apoyo terapéutico fuera de sus casas, la terapia en el hogar es una opción bienvenida. Los terapeutas pueden determinar si la terapia basada en el hogar es algo que planean ofrecer a sus pacientes y, si es así, cuál de los diferentes tipos de terapia basada en el hogar quieren utilizar.
La terapia basada en el hogar suele ser ofrecida por:
- Organizaciones de apoyo comunitario
- Trabajadores sociales
- Agencias de protección infantil
Terapia basada en el hogar: Qué esperar
En muchos sentidos, en la práctica real, la terapia basada en el hogar es similar a la terapia tradicional. Las sesiones terapéuticas suelen programarse semanalmente o en el horario que determine el clínico, y se celebran en privado. Lo ideal es que sólo los que participan activamente en la sesión estén en el hogar en el momento de la terapia; si esto resulta imposible, los que no participan se quedan en una habitación diferente para garantizar la privacidad tanto del cliente como del terapeuta.
Muchos terapeutas a domicilio eligen trabajar con un compañero que sirve como nivel adicional de apoyo durante la sesión terapéutica y, en algunas situaciones, uno o más miembros de la familia pueden participar en la sesión de asesoramiento.
En muchos casos, los consejeros prefieren la terapia a domicilio ya que suele ser más fácil conectar con el cliente y su red de apoyo inmediato en un entorno controlado. Estas situaciones incluyen:
- Las agencias de protección de menores suelen utilizar la terapia en el hogar; le da al trabajador social la oportunidad de observar la convivencia y la dinámica familiar y determinar el nivel de seguridad del niño en el entorno del hogar.
- Las organizaciones de apoyo comunitario pueden optar por utilizar la terapia en el hogar porque reduce sus gastos generales al eliminar la necesidad de un espacio de reunión organizado para las sesiones terapéuticas.
- Los que atienden a los discapacitados físicos o mentales pueden elegir la terapia a domicilio porque reduce el coste y la complicación de transportar a las personas discapacitadas.
En todas estas situaciones, el hecho de que el terapeuta acuda al hogar para proporcionar asesoramiento aumenta el nivel de seguridad y la sensación de bienestar del paciente, lo que hace que la sesión terapéutica sea más práctica e impactante.
Terapia a domicilio: Desafíos y problemas
No se pueden exagerar los beneficios de la terapia basada en el hogar, especialmente desde la perspectiva del cliente. Sin embargo, desde el punto de vista terapéutico, hay que tener en cuenta un puñado de cuestiones éticas y prácticas antes de programar sesiones en casa. Las sesiones deben tener lugar en un entorno que no sea problemático para un asesoramiento eficaz, y el terapeuta debe considerar todos los aspectos del entorno del hogar teniendo en cuenta estas cuestiones antes de que tenga lugar la sesión inicial.
En algunas situaciones, es imposible o muy poco probable que las personas puedan recibir asesoramiento y apoyo continuos fuera de su hogar. Pueden tener problemas de transporte fiable o inestabilidad emocional que dificultan la salida de su propiedad. Cuando se presentan estos tipos de problemas, la terapia en el hogar puede presentar una opción ideal, si no la única.
Sin embargo, la terapia en el hogar puede crear complicaciones adicionales para el terapeuta, incluyendo:
- Capacidad reducida para ver a numerosos clientes en un día. Las sesiones de terapia en el hogar suelen ser más largas que la sesión tradicional de 50 minutos, y también hay que tener en cuenta el tiempo de desplazamiento de un lugar a otro. Estos factores reducen el número de sesiones que un terapeuta puede programar en un día.
- Pérdida de control sobre el entorno terapéutico. La falta de control puede cambiar el ritmo y el tono de la sesión de asesoramiento, lo que requiere que el terapeuta se adapte rápidamente y sin problemas a la forma en que se desarrolla la sesión de asesoramiento. Además, el terapeuta debe permanecer atento a los posibles problemas que podrían descarrilar la sesión.
- Preocupaciones de privacidad. Dado que el entorno del hogar no es familiar, a menudo es difícil para el terapeuta identificar posibles lagunas en la privacidad. La falta de privacidad representa una barrera para la eficacia de la terapia, ya que el cliente puede no estar dispuesto a hablar de temas personales si los miembros de su familia están al alcance de su oído.
En la mayoría de las situaciones en las que la terapia en el hogar beneficiaría realmente al cliente, estos obstáculos pueden superarse. Los terapeutas pueden acomodar a los clientes programando menos citas al día, y pueden tener consultas iniciales para discutir temas como los límites y la privacidad e implementar un plan para reducir las distracciones.
Si se implementa correctamente, la terapia en casa ofrece ventajas tanto para el terapeuta como para el cliente. En las siguientes situaciones, la terapia en casa:
- Proporciona una oportunidad para un cambio en el entorno de trabajo, lo que puede ayudar a prevenir el agotamiento profesional.
- Permite al terapeuta llegar a una parte de la clientela antes inaccesible que no es candidata al asesoramiento tradicional, lo que ayuda al terapeuta a hacer crecer su práctica.
- Reduce los gastos generales al eliminar la necesidad de un horario de oficina regular.
Por estas y otras razones, algunos terapeutas ven la terapia en casa como una oportunidad bienvenida. Aunque las ventajas son evidentes, la terapia a domicilio debería reservarse para aquellas situaciones que realmente merecen este tipo de intervención. Además, no debería convertirse en una alternativa habitual a la terapia en entornos tradicionales.
Terapia basada en el hogar: Riesgos, limitaciones y ética
Dadas ciertas circunstancias, la terapia basada en el hogar ofrece muchos beneficios, pero la calidad de la terapia ofrecida y los límites entre el cliente y el terapeuta no deben verse alterados por el cambio de entorno.
La terapia basada en el hogar es ideal en aquellas situaciones en las que el cliente no puede salir de su casa para recibir asesoramiento regular debido a una discapacidad física o inestabilidad mental. Además, cuando es necesaria una evaluación del entorno del hogar, de nuevo, la terapia basada en el hogar presenta una opción atractiva. Sin embargo, los terapeutas deben ser conscientes de que después de iniciar el asesoramiento en el hogar, es más fácil que los límites profesionales comiencen a erosionarse. El terapeuta debe mantener una conducta profesional y mantener el enfoque de la sesión de terapia en el cliente. El terapeuta no debe ser considerado como un invitado en el hogar, sino como un profesional que realiza una evaluación médica.
Además, el terapeuta debe tener en cuenta todas las precauciones de seguridad. Si el hogar es un entorno inestable para el cliente, entonces el terapeuta puede estar entrando en una situación peligrosa. En lugar de intentar intervenir en las discusiones o conflictos que puedan llevar a la violencia, el terapeuta debe mantener un apoyo de respaldo y permanecer atento a aquellos escenarios potenciales que exijan la intervención de las fuerzas del orden. Esto es especialmente importante cuando se trabaja con niños o con aquellos miembros vulnerables de la sociedad que son incapaces de protegerse a sí mismos.
El papel del terapeuta no cambia simplemente porque el lugar se haya trasladado. Como terapeuta, debe sentirse lo suficientemente cómodo en su papel profesional para permanecer inalterado al entrar en un nuevo entorno. Recibir formación en métodos de terapia a domicilio antes de comenzar con este tipo de métodos terapéuticos ayuda al terapeuta a mantener esos límites necesarios y a identificar posibles problemas de seguridad.