Nuestros pies son la base de nuestro cuerpo. Sin ellos, no podríamos sostenernos, caminar o permanecer equilibrados.
Desgraciadamente, las mujeres experimentan más problemas en los pies que los hombres debido a los zapatos estrechos, así como a los tacones altos que obligan a sus pies a adoptar posiciones antinaturales.
Siga leyendo para descubrir cómo los zapatos bonitos pero dolorosos pueden afectar a su salud y qué puede hacer al respecto.
Estilos de zapatos dolorosos
Para ser sinceros, cualquier estilo de zapato puede ser doloroso. Incluso el calzado deportivo puede causarle problemas a largo plazo.
Estos son los problemas relacionados con cada tipo popular de calzado.
Tacones altos
Los tacones altos son una de las opciones de calzado favoritas en todo el mundo por su capacidad de hacerle parecer más alta con piernas más tonificadas.
Se presentan en forma de tacones de aguja, bombas, plataformas y cuñas.
Debido al hecho de que el tacón se eleva en gran medida por encima de los dedos de los pies, pone más presión en la bola de su pie. Sin la misma presión en el talón y en la almohadilla del pie, el cuerpo se desalinea y la tensión se ejerce en diferentes zonas del cuerpo.
Esto puede dar lugar a:
Tendinitis de Aquiles
Artritis
Ampollas
Callos
Problemas de marcha relacionados con las rodillas y las caderas
Neuroma de Morton (es decir.Es decir, dolor nervioso)
Tensiones y desgarros musculares y tendinosos
Además, se corre más riesgo de sufrir caídas. Los esguinces y las distensiones en el pie y el tobillo son las lesiones más comunes con este estilo de calzado.
Zapatos de punta
Ya sean de tacón o planos, los zapatos de punta obligan a los dedos a ocupar un espacio pequeño. Este espacio se conoce como la «caja de los dedos».
Cuando se tiene una caja de los dedos más pequeña, puede irritar los juanetes existentes (es decir, el tejido duro en la articulación del dedo gordo) y también puede conducir a una condición llamada dedo en martillo. Esto ocurre cuando una caja de dedos pequeña obliga a los dedos a doblarse permanentemente.
Mules
Los mulos, o zapatos sin respaldo, son básicamente una sandalia mejorada.
Este tipo de zapato hace que los dedos de los pies trabajen más para mantener el zapato puesto que no hay soporte trasero en ellos. Esto puede provocar tendinitis, la inflamación de los tendones de tu pie.
Sandalias y chanclas
Aunque las chanclas y las sandalias son un calzado veraniego de ensueño, es importante limitar el tiempo que se pasa con ellas.
Al igual que las mulas, estos zapatos sin respaldo hacen que los dedos del pie trabajen más. Además, muchas marcas crean chanclas y sandalias que tienen poco o ningún soporte para el arco. Esto hace que tu fascia plantar, un ligamento que crea el arco del pie, no tenga soporte y pueda lesionarse.
Zapatos de atletismo
Los zapatos de atletismo son estupendos en términos de soporte del pie. Dicho esto, es importante elegir unas que se ajusten a la actividad que estás realizando.
Las zapatillas para correr son diferentes a las de senderismo, por ejemplo.
Si pretendes llevar zapatillas de atletismo todo el tiempo, ten en cuenta que tienen un «límite de kilometraje». Esto significa que sólo deben usarse durante unos 800 kilómetros antes de que sus materiales blandos se desgasten.
Esto podría no ser aceptable en su lugar de trabajo, así que tal vez los zapatos planos sean una mejor opción.
Zapatos planos
Los zapatos más ideales son los planos con suela de goma y soporte para el arco.
De este modo, tu talón no queda elevado por encima de los dedos del pie. Te permiten equilibrar tu peso de manera uniforme y dar a tus pies el alivio que necesitan.
Otros problemas con los zapatos inadecuados
Además de los estilos de calzado dolorosos, hay otros factores que pueden hacer que tu zapato sea incómodo.
Puede deberse a la anatomía de tu pie. Algunas personas tienen pies más anchos, otras tienen pies más largos, etc. Además, es posible que tenga afecciones preexistentes en los pies, como juanetes y callos, que le causen molestias.
Estos factores pueden provocar ampollas, que se producen cuando hay demasiada fricción de un material que roza la piel.
Por suerte, hay algunas medidas sencillas que puedes tomar para mantener tus pies sanos.
Lo que puedes hacer al respecto
No importa el estilo de zapato que elijas, querrás seguir estas pautas.
Mide tus pies
Primero, obtén una medida exacta de tu talla de pie usando esta guía. Muchos dolores de pies se deben al uso de una talla incorrecta de zapatos.
En general, es conveniente tener espacio para que los dedos de los pies se extiendan. Esto significa tener al menos media pulgada de espacio entre su dedo más largo y el extremo del zapato. También incluye tener al menos un cuarto de pulgada de espacio a cada lado de su pie.
Esto permite que su pie se aplane al estar de pie o al caminar sin aplastarse.
Prueba los zapatos
Con la medida de tu pie, puedes encontrar zapatos que realmente te queden bien. Asegúrate de probarte los zapatos nuevos por la noche para que, si se te hinchan los pies, puedas tenerlo en cuenta. Póngase de pie y camine con ellos para tratar de notar si hay presiones o tensiones.
Siempre debe comprar zapatos que le queden bien sin esperar a que los rompa o los estire. Incluso con el zapato perfecto, muchos profesionales recomiendan cambiar de calzado a menudo para permitir que se activen diferentes músculos.
Con estas consideraciones, puedes encontrar un calzado adecuado y mantener tus pies sanos. Si has probado varios pares de zapatos de diferentes marcas y sigues experimentando dolor, es posible que quieras consultar a un podólogo.
Deshazte de los zapatos desgastados
Con cualquier zapato, es importante vigilar su estado y deshacerse de ellos después de unos años de desgaste. De lo contrario, no están proporcionando el apoyo que necesitas para mantenerte seguro.
Si estás usando los zapatos una cantidad regular, lo que significa que no los estás usando como tu único zapato, puedes esperar que duren unos 3 años.
Encuentra tu ajuste perfecto
Ahora que sabes lo que hace que los zapatos dolorosos sean una opción peligrosa, puedes encontrar tu par perfecto y mantener tus pies sanos.
Aléjate de los zapatos que no te dan soporte, encuentra tu talla correcta y prueba tu nuevo par para asegurarte de que son cómodos. También puede buscar zapatos con características añadidas, como soporte para el arco y suelas blandas, para asegurarse de que no le causarán problemas.
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