Salud

Para el uso diario, los consumidores deben seguir cumpliendo con las fechas de caducidad recomendadas, dice el médico.

Publicado: 20 de febrero de 2019

Incluso los medicamentos que han pasado años de su fecha de caducidad y que no siempre se han conservado en estrictas condiciones de climatización pueden conservar su potencia original, según sugiere un pequeño estudio.

Eso es una buena noticia para las personas que trabajan en zonas remotas del mundo, donde a veces un medicamento caducado es el único disponible y la alternativa es no tener forma de tratar una enfermedad grave, escriben los autores del estudio en la revista Wilderness & Environmental Medicine.

«La fecha de caducidad que figura en el envase de un medicamento es la última fecha en que una compañía farmacéutica garantiza el contenido y la estabilidad del fármaco cuando se almacena en las condiciones recomendadas y en el envase original», dijo la autora principal del estudio, la Dra. Emma Browne, de la Unidad Médica del British Antarctic Survey en Plymouth, Reino Unido.

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«Esta fecha no es necesariamente el punto en el que el medicamento se vuelve ineficaz o peligroso, y para muchos medicamentos, esta ventana puede ser mucho más larga que la fecha de caducidad habitual de dos a tres años», dijo a Reuters Health por correo electrónico.

A medida que ampliamos los límites de la exploración, por ejemplo con las misiones a Marte, la estabilidad a largo plazo de los medicamentos cobra aún más importancia.
– Dra. Emma Browne

En algunas partes del mundo, los médicos se enfrentan a la dificultad de conseguir medicamentos más de una vez al año. También puede ser costoso para las pequeñas comunidades o grupos de expedición reponer los medicamentos no utilizados «por si acaso», añadió.

«El médico debe decidir si es más seguro dar un medicamento caducado o no tratar una enfermedad y esperar que la persona mejore, lo que supone un enorme dilema ético», dijo. «A medida que ampliamos los límites de la exploración, por ejemplo con las misiones a Marte, la estabilidad a largo plazo de los medicamentos adquiere una importancia aún mayor».

El equipo del estudio probó la estabilidad de cinco medicamentos caducados que habían sido devueltos por el British Antarctic Survey, que opera cinco bases y dos barcos en la región antártica y cuenta con instalaciones médicas y dentales in situ. Los medicamentos para la operación antártica se encargan anualmente en mayo y se envían desde el Reino Unido en septiembre, llegando a las bases en diciembre tras pasar varios meses en el mar, señalan los investigadores.

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Los fármacos frescos enviados a la Antártida se transportan en la bodega del barco, que no tiene la temperatura controlada, y el barco pasa por los trópicos durante aproximadamente tres semanas, luego, en última instancia, las drogas son transportadas a la base en temperaturas muy por debajo de la congelación. Los fármacos analizados por el equipo de Browne hicieron este viaje por segunda vez, cuando fueron devueltos por haber superado su fecha de caducidad, añaden los autores.

Enormes cantidades de medicamentos desechados

Probaron cinco tipos de fármacos, todos ellos con entre uno y cuatro años de caducidad, y los compararon con muestras frescas de los mismos medicamentos para ver si las versiones caducadas eran químicamente estables y conservaban su ingrediente activo.

Los fármacos incluían:

• Atropina, que se utiliza para tratar ciertos tipos de envenenamientos por pesticidas o agentes nerviosos.
• Nifedipino, un bloqueador de los canales de calcio que relaja el corazón y los vasos sanguíneos en casos de hipertensión arterial y dolor en el pecho.
• Fucloxacilina, un antibiótico de la familia de la penicilina.
• Bendroflumetiazida, un diurético utilizado para tratar la hipertensión.
• Naproxeno, un analgésico antiinflamatorio no esteroideo (AINE).

Los investigadores descubrieron que todos los fármacos probados eran estables y, en teoría, habrían seguido siendo eficaces. Los investigadores advierten que sus resultados están limitados por el hecho de que no conocían las exposiciones exactas a la temperatura que habían experimentado los medicamentos devueltos.

«Incluso en las instalaciones occidentales, la verdadera longevidad de los medicamentos es una cuestión relevante», dijo Browne. «Hay enormes cantidades de medicamentos que se tiran debido a que llegan a su fecha de caducidad, y esto es un coste que se traslada al público a través de los impuestos, el seguro u otras facturas médicas.»

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Las fechas de caducidad y los datos de estabilidad serían útiles para discutir en términos de reservas nacionales de antídotos para el bioterrorismo y la guerra química, señaló el Dr. Patil Armenian, de la Universidad de California, San Francisco, en Fresno, que no participó en el estudio.

Armenian ha estudiado la vida útil de la naloxona, un medicamento de rescate para las sobredosis de opioides, y descubrió que no es tan estable cuando se expone al calor. Si se deja en un coche en los veranos calurosos de Arizona, California u otros lugares cálidos, algunos medicamentos podrían degradarse más rápidamente, señaló.

«Para el uso diario, los consumidores deberían seguir respetando las fechas de caducidad recomendadas», dijo Browne. «Pero esto abre la puerta a nuevas investigaciones sobre cómo las fechas de caducidad deberían reflejar la verdadera longevidad de los medicamentos conservados en condiciones ambientales reales».