Todo esto es para decir que el corrector de ojeras es uno de esos productos de belleza que es dolorosamente fácil de estropear. Si tu aplicación no es perfecta, corres el riesgo de que se formen pliegues y escamas, y si eliges el color equivocado, resalta todas las áreas que estás tratando de cubrir. Para ayudar a todas las amantes de la belleza a evitar los mismos errores que yo cometí durante mis 18 años de vida, he pedido a los maquilladores Steve Kassajikian y Tanya Deemer que nos cuenten los mayores errores que comete la gente con el corrector de ojeras y lo que puedes hacer para solucionarlos.

1. Elegir el tono equivocado

Cuando se trata de un corrector, se aplica el principio de Ricitos de Oro. No quieres un tono demasiado claro o demasiado oscuro (lo que hará que la gente se dé cuenta de que lo llevas), sino algo que esté bien. Kassajikian sugiere buscar un tono que sea un paso más claro que tu tono de piel natural, lo que ayudará a resaltar la zona de debajo de los ojos. Más allá de eso, sin embargo, también querrás asegurarte de que estás eligiendo los subtonos adecuados para ayudar a igualar la zona, que es donde las cosas se complican. «Si ves un tono azul bajo el ojo, querrás un color melocotón para anularlo», dice Deemer. «Si ves un tono púrpura debajo del ojo, entonces querrás un color amarillo».

Ser demasiado fuerte

«La regla general número uno para la zona de debajo de los ojos es: ‘menos es más'», dice Deemer. ¿Por qué? Porque el exceso de producto es el culpable número uno de las arrugas y atrae la atención a la zona de debajo de los ojos. «Es importante recordar que un toque muy ligero bajo el ojo es muy importante», añade. Además de mantener el producto al mínimo, también querrás buscar una fórmula ligera e hidratante como el corrector Stay Naked de Urban Decay (29 $), que Kassajikian sugiere aplicar en forma triangular bajo los ojos, y luego usar un pincel o una esponja para difuminar.

Olvidar el corrector de color

En lugar de pensar en tu corrector de ojeras como un paso de un solo uso, siempre deberías emparejarlo con un corrector de color, dice Deemer. «Si te tomas el tiempo de anular primero los tonos azules, morados o rojos bajo los ojos, te sorprenderá lo fácil que será el resto de la aplicación del maquillaje», explica. Después de aplicar la base de maquillaje (que, como consejo profesional, debería ponerse antes que el corrector), difumina el corrector y remátalo con el corrector de color. Según los maquilladores, esto ayudará a iluminar la zona y a disimular las ojeras que el corrector no pueda cubrir por sí solo.

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