Los científicos han desarrollado una forma de acabar con la brutal práctica de matar a los pollitos macho

Es uno de esos últimos signos de despilfarro, un importante punto de fricción para los activistas de los derechos de los animales y una brutal realidad del sistema alimentario moderno.

Cada año, la industria del huevo mata entre 4.000 y 6.000 millones de pollitos macho sólo porque son, de hecho, machos. Los pollitos macho nunca crecerán para poner huevos y no crecen lo suficientemente rápido como para criarlos para carne (prácticamente toda la carne de pollo que comemos proviene de aves hembras). Por eso, casi todos tienen una muerte prematura.

Las imágenes pueden ser impactantes. Pollitos esponjosos que cabalgan alegremente por una cinta transportadora durante unos preciosos momentos antes de ser introducidos rápidamente en la boca bostezante de una trituradora industrial.

Ahora, científicos de Alemania han descubierto una solución que pone fin a esta práctica. Gracias a una prueba patentada que se llama apropiadamente «Seleggt», se puede determinar el sexo de un polluelo antes de que nazca. De este modo, los huevos de los que nacen polluelos machos pueden transformarse en otros productos, como piensos, antes de que se abran.

La prueba consiste en comprobar la presencia de un marcador químico en la cáscara de los huevos. Los huevos que llevan pollitos hembra suelen tener un mayor número de hormonas flotando en su interior. Ahora que los científicos pueden analizar esas hormonas, pueden averiguar con una precisión de casi el 99% el sexo del embrión. Además, las pruebas están totalmente automatizadas. Un diminuto rayo láser hace un agujero de 0,3 mm en la cáscara de cada huevo. A continuación, se utiliza la presión del aire para exprimir la más mínima gota de líquido del interior, que se recoge y se analiza en busca de las hormonas pertinentes.

El nuevo método se desarrolló a lo largo de cuatro años en un programa iniciado por el Grupo Rewe, una cadena de supermercados que quería hacer que sus huevos de marca propia fueran más sostenibles. Ahora venden sus huevos bajo el marketing de «huevos sin matanza».

Por ahora la prueba sólo está siendo utilizada por el Grupo Rewe, sin embargo, la compañía dijo a The Guardian que espera expandir el modelo por toda Europa.