Te has caído y te has golpeado la cabeza. Te duele un poco, pero no sangras y te sientes bien. Tienes una lesión en la cabeza o estás bien? Saber distinguir un traumatismo craneal leve de uno grave podría salvarte literalmente la vida. Hablemos de las lesiones en la cabeza. Millones de personas se lesionan la cabeza cada año. Se meten en accidentes de coche o peleas, se caen o se golpean en la cabeza mientras hacen deporte o trabajan. La mayoría de los traumatismos craneoencefálicos son leves, porque la cabeza viene equipada con su propio casco natural, un cráneo protector que rodea y protege el cerebro. Pero a veces esa protección no es suficiente. Cada año, más de medio millón de personas sufren lesiones en la cabeza lo suficientemente graves como para enviarlas al hospital. El tipo más común de lesión en la cabeza es la conmoción cerebral. Es cuando un golpe en la cabeza hace que el cerebro se mueva dentro del cráneo. También puede producirse un hematoma en el cerebro, llamado contusión. Las contusiones cerebrales son mucho más graves que los hematomas producidos por un golpe en el brazo o la pierna. Otros tipos de lesiones en la cabeza son la fractura de cráneo o el corte en el cuero cabelludo. Si te golpeas en la cabeza o te caes y no sangras, tienes una lesión craneal cerrada. Si un objeto entra en tu cerebro, como el cristal de un parabrisas durante un accidente de coche o una bala de un disparo, entonces tienes una lesión craneal abierta. Puede ser muy difícil saber si tienes un traumatismo craneal cerrado leve o uno grave. Tu cabeza puede parecer perfectamente bien desde fuera, cuando en realidad tienes una hemorragia o una inflamación dentro del cerebro. Para saber la diferencia, busque otros signos de una lesión grave en la cabeza, como un fuerte dolor de cabeza; líquido transparente o sanguinolento que sale de la nariz, los oídos o la boca; confusión, somnolencia o pérdida de conciencia; cambios en la forma de oír, ver, saborear u oler; pérdida de memoria; cambios de humor o comportamientos extraños; dificultad para hablar o vómitos recurrentes. Si usted o alguien más tiene alguno de estos síntomas, pida ayuda médica de inmediato. Si no tiene estos síntomas y cree que sólo se trata de un traumatismo craneal leve, probablemente no necesite tratamiento. Pide a un amigo o familiar que te vigile. Si es tu hijo u otra persona la que tiene la lesión en la cabeza, despiértala del sueño cada 2 o 3 horas para preguntarle cosas como «¿Dónde estás?» o «¿Cómo te llamas?», para asegurarte de que está alerta. Si tienes alguna duda sobre si una lesión en la cabeza es grave, ve a lo seguro y busca ayuda médica. Para ir aún más seguro, protégete la cabeza durante cualquier actividad que pueda provocar una lesión. Utiliza el casco siempre que vayas en monopatín, patines, esquí, snowboard o montes en bicicleta o moto. Ponte el cinturón de seguridad siempre que vayas en coche. Y coloque a los niños en un asiento de coche o un asiento elevador adecuados a su edad.