Normaliza la actividad del músculo cardíaco
El corazón es uno de los órganos principales del cuerpo. Una red intrínseca de músculos cardíacos trabaja incansablemente todo el día, para bombear la sangre dentro y fuera del corazón, a varias otras células y tejidos. Los filamentos presentes en los músculos cardíacos obtienen una carga debido a los iones de calcio, regulando su polarización y despolarización. Esto, a su vez, contribuye a la correcta contracción y relajación de los músculos cardíacos, asegurando que el proceso no se produzca con demasiada rapidez o lentitud. Por lo tanto, el calcio ayuda a mantener los niveles de presión arterial dentro del rango normal y aumenta la salud del corazón.
Promueve la salud dental
El calcio optimiza la resistencia de los dientes y las encías, trabajando en sinergia con otros dos nutrientes esenciales centrales, a saber, la vitamina D y el fósforo. Esta es también la razón por la que muchos dentífricos vienen infundidos con sales de calcio. Al ser un elemento endurecedor inherente, el calcio ayuda a endurecer los huesos de la mandíbula, que defienden los dientes y las encías contra las heridas de la fuerza física externa y otros microbios causantes de enfermedades. El calcio es un requisito nutricional obligatorio para preservar la buena salud de los dientes y las encías en personas de todas las edades.
Equilibra los niveles hormonales
El calcio circula en el torrente sanguíneo en forma de iones de calcio. Desempeña un papel clave en la normalización de las funciones de varias hormonas en el cuerpo, incluyendo las hormonas reproductivas progesterona, estrógeno en las mujeres y testosterona en los hombres. El calcio es un requisito fundamental para garantizar la puntualidad de los ciclos menstruales en las mujeres jóvenes, así como para aliviar los síntomas de dolor en el síndrome premenstrual, y de fatiga y debilidad en la menopausia. La ingesta de calcio aumenta gradualmente a medida que las mujeres envejecen, y las que se encuentran en las fases de adolescencia, embarazo y posmenopausia requieren niveles mucho más altos de ingesta diaria. Lea también: Calcio – Mineral importante para la salud de la mujer
Fuentes alimentarias:
El calcio está ampliamente disponible en una gran cantidad de alimentos naturales que nos ha otorgado la madre naturaleza. Los siguientes alimentos son fuentes increíbles, para que los niños, los adultos jóvenes, las personas de mediana edad y los ancianos cubran sus necesidades diarias de calcio.
Los lácteos:
Leche, yogur, suero de leche, queso
Verduras:
Brócoli, col, espinacas
Frutas:
Naranja, kiwi, papaya
Frutos secos y legumbres:
Almendras, nueces, nueces de Brasil, variedades de judías y germinados
Alimentos enriquecidos:
Cereales, zumos, panes se incorporan con calcio
Suplementos:
En los casos en los que la dieta que consumen las personas de forma habitual no es equilibrada y las fuentes alimentarias de calcio son difíciles de obtener, consumir suplementos de calcio cada día mejora enormemente los niveles de calcio en el organismo. El calcio en los suplementos en forma de comprimidos, cápsulas y jarabes, suele encontrarse en forma de dos sales de calcio – carbonato de calcio y citrato de calcio.
Sin embargo, siempre hay que pedir consejo a un médico profesional, para saber el momento exacto y la dosis en la que se deben tomar los suplementos de calcio. Esto evita el riesgo de cualquier efecto secundario debido al consumo excesivo de calcio.
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Deficiencias:
Cuando los niveles de calcio en la sangre y los huesos disminuyen enormemente, se denomina hipocalcemia. Esto afecta negativamente a la fortaleza de los huesos, al equilibrio hormonal, a la transmisión de señales nerviosas y al funcionamiento del músculo cardíaco.
Además de una menor ingesta de calcio a través de la dieta o de suplementos, la falta de vitamina D y fósforo adecuados también influye en el mal perfil del calcio en el organismo.
Como el calcio es parte integral de la estructura y la función de los huesos, los niveles bajos de calcio dan lugar invariablemente a la osteoporosis y la artritis, en las que la densidad ósea óptima y el movimiento flexible de las articulaciones se ven obstaculizados respectivamente.
Por lo tanto, es crucial consumir suficiente calcio en forma de alimentos o suplementos, para evitar estas debilitantes enfermedades carenciales.
Toxicidad:
La acumulación de minerales en el sistema podría dar lugar a graves repercusiones. Como el calcio se ingiere en el sistema, también es necesario asegurar que se utiliza la cantidad necesaria para llevar a cabo numerosas tareas diferentes y el exceso de calcio se excreta mediante el sudor y la orina.
Cuando los niveles de calcio en el cuerpo se elevan por encima de lo normal, se producen gases, hinchazón, estreñimiento e incluso complicaciones renales y cardíacas.
Por lo tanto, es absolutamente esencial consultar a un médico, para conocer el estado actual del calcio en el cuerpo y consumir el mineral esencial de las fuentes de alimentos y suplementos en las cantidades adecuadas, con moderación.