La leche es producida por diversos mamíferos (por ejemplo, de vaca, cabra, oveja, búfala, camello) y contiene muchos nutrientes, entre ellos proteínas y lactosa. Como producto agrícola, la leche se extrae de mamíferos no humanos durante o poco después de la gestación. Su contenido natural en vitaminas y minerales depende de la alimentación y de la estación del año. Las variaciones en su interior se deben a las variaciones en la alimentación disponible en la temporada. La media de, por ejemplo, el contenido de vitamina A en la leche es de 1200 UI/litro. Sin embargo, varía de 600 a 1800 UI/litro a lo largo de las estaciones debido a los cambios en la alimentación. A esto se añade el hecho de que el procesamiento del producto también puede ser la causa de que las vitaminas desaparezcan dependiendo del método utilizado: Pasteurización (20 %), UHT (30 %) y leche en polvo (40 %).
Para garantizar un contenido constante o un impacto sanitario añadido en ambas formas, las vitaminas se restablecen con la fortificación.
La fortificación de la leche puede realizarse utilizando vitaminas en aceite o en polvo. La elección del fortificante depende del equipo disponible en la lechería.