Las lesiones dentales traumáticas

Dientes astillados o fracturados

Si se ha astillado o fracturado la corona de su diente, es probable que pueda repararse volviendo a unir la pieza rota o colocando un empaste del color del diente en su lugar. Si se rompe una parte importante de la corona del diente, puede ser necesaria una corona artificial o «funda» para restaurarla.

Cuando la pulpa queda expuesta o se daña tras una fractura de la corona, puede ser necesario un tratamiento de conductos. Estas lesiones requieren una atención especial. Si respirar por la boca o beber líquidos fríos resulta doloroso, muerda una gasa o un paño limpio y húmedo para ayudar a aliviar los síntomas hasta llegar a la consulta del dentista. No utilice nunca analgésicos orales tópicos (como Anbesol®) o pomadas, ni coloque aspirinas en las zonas afectadas para eliminar los síntomas de dolor.

Las lesiones en los dientes posteriores, como las cúspides fracturadas, los dientes agrietados requieren un tratamiento de conducto y una corona de cobertura total para restaurar la función de su diente si la grieta se extiende hasta la raíz. Los dientes partidos con lesiones más graves pueden requerir la extracción.

Dientes desprendidos (luxados)

Durante una lesión, un diente puede ser empujado hacia un lado, fuera o dentro de su cavidad. Su endodoncista o dentista general recolocará y estabilizará su diente. El tratamiento de conductos suele ser necesario para los dientes permanentes que se han desplazado y debe iniciarse varios días después de la lesión. Es posible que se coloquen medicamentos en el interior del diente como parte del tratamiento del conducto radicular; una vez que el tratamiento se haya completado y se considere satisfactorio, se colocará un empaste o una corona permanente en el conducto radicular en una fecha posterior.

Es posible que los niños de 12 años o menos no necesiten un tratamiento del conducto radicular, ya que sus dientes aún se están desarrollando. Nuevas investigaciones indican que las células madre presentes en la pulpa de los niños pueden ser estimuladas para completar el crecimiento de la raíz y curar la pulpa tras lesiones o infecciones. Cuando un diente de un niño se lesiona, un endodoncista o dentista vigilará cuidadosamente la curación e intervendrá inmediatamente si aparece algún cambio desfavorable. Es probable que se necesiten varias citas de seguimiento.

Dientes expulsados (avulsionados)

Si uno de sus dientes se sale completamente de la boca, acuda a un endodoncista o dentista inmediatamente. El tiempo es esencial y si recibe tratamiento rápidamente, preferiblemente en 30 minutos, existe la posibilidad de salvar su diente.

Maneje un diente golpeado con mucho cuidado y no toque la superficie de la raíz. Seguir algunos pasos importantes ayudará a aumentar la probabilidad de salvar su diente. Su endodoncista o dentista evaluará el diente, lo colocará de nuevo en su hueco y le examinará para ver si hay otras lesiones dentales y faciales. Se colocará una férula estabilizadora durante las próximas semanas. Dependiendo de la fase de desarrollo de la raíz, su dentista o endodoncista puede iniciar el tratamiento de conductos una o dos semanas más tarde.

Dependiendo del tiempo que su diente haya estado fuera de la boca y de cómo se haya guardado antes de recibir el tratamiento, puede ser necesario discutir otras opciones de tratamiento con su dentista o endodoncista.

Fracturas de la raíz

Una lesión traumática en su diente también puede dar lugar a una fractura horizontal de la raíz. La ubicación de la fractura determina la salud a largo plazo de su diente. Cuanto más cerca esté la fractura de la punta de la raíz, mejores serán las posibilidades de éxito y la salud a largo plazo; las fracturas más cercanas a la línea de la encía son más debilitantes para su diente. A veces es necesario estabilizar el diente con una férula mientras se cura.