La tuberculosis es una de las principales pandemias. En el mundo hay alrededor de 8 millones de casos al año, y se mueren alrededor de 2 millones de personas anualmente. Para conocer más sobre esta enfermedad, dialogamos con el Servicio de Infectología.
La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa causada por una microbacteria denominada «Mycobacterium tuberculosis», y conocida como «bacilo de Koch».
¿Cómo se previene?
Una medida de prevención, universal en el país, es con la vacuna BCG al nacer. Es una única dosis en la vida.
Hay que tener en cuenta que una persona vacunada con la BCG puede contraer tuberculosis por un estado de malnutrición o de coinfección con el HIV.
Otra medida de prevención es la detección precoz de las personas con tuberculosis y su tratamiento. Porque es el ser humano, la persona que vive con la enfermedad, quien al toser o estornudar lo transmite a otro.
Con un diagnóstico y tratamiento precoz se evita que se lo trasmita a otros, como por ejemplo a su familia y compañeros de trabajo.
¿Cuáles son los síntomas?
– Tos persistente por más de dos semanas.
– Pérdida de peso inexplicada
– Aparición de sudoración, sobre todo nocturna
– Pérdida del apetito
– Fiebre
– Cansancio que se va profundizando en el tiempo
Es importante no automedicarse, no subestimar los síntomas y consultar al médico. Y sí el médico pesquisa alguno de estos signos, tiene que pensar en tuberculosis e indicar un análisis del catarro.
¿Cómo es el tratamiento?
El tratamiento consiste en medicación que se toma por boca. Es un tratamiento largo, mínimo de 6 meses. Cuando la persona enferma se encuentra haciendo tratamiento no contagia a otras personas. La cura se logra completando el tratamiento.
Muchos pacientes a las pocas semanas de tomar la medicación se sienten mucho mejor y dejan el tratamiento. Pero este es el peor enemigo, para sí mismo y para lo demás. Cuando el tratamiento no se hace de forma completa, el bacilo se vuelve resistente, y las drogas disponibles ya no sirven.