¿Alguna vez te has reído para suavizar un momento incómodo? Estás en buena compañía. Los chimpancés también utilizan la risa como lubricante social, según un estudio publicado en Emotion.
Investigadores de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra, pasaron meses grabando en vídeo cuatro colonias de chimpancés en cautividad -con entre nueve y 35 simios en cada grupo- y captaron 642 casos de risa. Alrededor del 82 por ciento de las veces, los simios se reían de forma espontánea, produciendo un sonido parecido a un jadeo cuando un compañero de juego les sorprendía, por ejemplo, lanzando un palo; el 18 por ciento de las veces, los chimpancés producían risitas cortas en respuesta a la risa de su compañero de juego.
La risa espontánea de los animales duraba unas cinco veces más que las risas de respuesta.
¿Qué intentaban comunicar los simios a través de estas risas? Es posible que la risa receptiva signifique: «Todavía me estoy divirtiendo aquí», dice la autora principal, la doctora Marina Dávila-Ross.
«La risa en sí misma parece prolongar el juego, y el comportamiento lúdico es muy importante para los individuos jóvenes, ya sean niños o simios», dice Dávila-Ross. «Ayuda a los individuos jóvenes a desarrollar sus habilidades cognitivas y emocionales, y ayuda a formar vínculos sociales».
Interesantemente, los chimpancés de las colonias recién establecidas produjeron el doble de risas receptivas que los chimpancés de los grupos bien establecidos. Este hallazgo sorprendió a los investigadores, ya que pensaban que la risa receptiva sería más bien una expresión de alegría compartida entre compañeros de juego conocidos. Sin embargo, el hecho de que haya más risas entre animales relativamente desconocidos tiene sentido si los chimpancés utilizan las risas para consolidar amistades y alianzas, dice Davila-Ross.
«Los simios no están simplemente imitando las expresiones de otros animales», dice. «Están utilizando las expresiones emocionales de maneras distintivas que les dan importantes ventajas sociales».
S. Dingfelder