La creación de espermatozoides y óvulos producidos artificialmente a partir de células madre serán dos de los mayores avances en reproducción humana asistida; y puede ser una realidad en 2020, según el doctor Jan Tesarik, de la Clínica MARGen (España). El científico granadino lidera un programa internacional de investigación para facilitar la procreación utilizando el material genético del propio paciente, tanto a mujeres con ausencia total o mala calidad de óvulos como a hombres que carecen de la línea celular espermatogénica.
Jan Tesarik fue pionero en el nacimiento de niños a partir de óvulos fecundados «sin espermatozoides» y lo hizo utilizando sus células precursoras, las espermátidas. También desarrolló la técnica para obtener espermátidas, mediante cultivo in vitro, a partir de células aún más inmaduras, llamadas espermatocitos. «El problema -dice Tesarik- es que hay hombres que carecen tanto de espermátidas como de espermatocitos, y la única posibilidad de tener hijos en estos casos es acudir a la donación de esperma. La solución es crearlos a partir de las células madre del paciente, algo que puede ser una realidad en 2020. «
En el caso de las mujeres, especialmente en las de mayor edad, el problema más difícil de resolver es la ausencia de óvulos o la mala calidad de los existentes. «En los últimos años -señala el doctor Tesarik- hemos desarrollado diferentes tratamientos que mejoran la probabilidad de éxito en la reproducción asistida de mujeres mayores con sus propios óvulos. Sin embargo, ninguno alcanza la tasa de embarazo del 80% que se consigue con óvulos donados. La solución para lograr estos embarazos con el propio material genético, pasa por la creación de óvulos a partir de las células madre de las pacientes.»
La hormona del crecimiento será otra de las grandes protagonistas de la reproducción asistida en 2020. Su uso no sólo mejora la calidad de los óvulos, sino que también tiene efectos positivos para otros importantes mecanismos implicados en el embarazo, como la receptividad uterina o la circulación sanguínea en el sistema reproductor femenino.
Recientemente, se han publicado una serie de estudios, coordinados por el Dr. Tesarik, en los que han participado 53 científicos australianos, chinos, taiwaneses, estadounidenses, estonios, daneses y españoles, ofreciendo la mayor recopilación de datos sobre el papel de la hormona del crecimiento en la función reproductora femenina y se prevé que para 2020 estos trabajos alcancen el nivel clínico, ayudando a estas mujeres a realizar su sueño de ser madres.